La caída que la economía española empezó a registrar en el verano de 2008 se moderó con fuerza entre julio y septiembre pasados y fue sólo de un 0,3% trimestral, un dato que hace pensar al Gobierno que el crecimiento puede volver antes de lo previsto.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer los datos de Contabilidad Nacional, que confirman que el retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) se ha ralentizado gracias al menor deterioro de los dos elementos que componen la demanda interna, el consumo y la inversión. En cualquier caso, la economía española registra aún una caída interanual del 4% y sigue decreciendo en términos trimestrales mientras otros países como Alemania, Francia o Italia, además de EEUU y Japón, cuentan ya con registros positivos.

Además, el descenso del empleo sigue siendo muy alto, del 7,2% –el mismo que en el segundo trimestre–, lo que equivale a la destrucción de 1.360.000 puestos de trabajo en doce meses. Pese a todo, el Gobierno cree que el regreso al crecimiento puede llegar "en cualquier momento", aunque advierte de que habrá que esperar hasta que se vuelva a crear empleo, al menos hasta finales de 2010 o principios de 2011.

Así lo apuntó el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien en rueda de prensa ofreció algunos datos trimestrales –el INE sólo publica los interanuales– que muestran una importante mejora en el consumo y en la inversión en bienes de equipo. Campa subrayó que el consumo de los hogares prácticamente se ha estabilizado porque, si bien registró, según el INE, una caída interanual del 5,1%, sólo se redujo el 0,1% con respecto al segundo trimestre.