La Reserva Federal se reunirá esta semana para discutir la política monetaria de EEUU y, dado el alto índice de desempleo y la baja inflación que hay en el país, los analistas apuestan a que no habrá cambios en las tasas de interés.

El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que maneja la política monetaria de EEUU, iniciará mañana una reunión de dos días, al término del cual se espera con interés, más que la decisión sobre los tipos, el diagnóstico sobre las perspectivas económicas. La Reserva ha mantenido desde diciembre del año pasado los tipos de interés a corto plazo –de referencia en EEUU– entre el 0 y el 0,25 por ciento. Estos niveles históricamente bajos tienen como objetivo abaratar la financiación de empresas y familias y, por tanto, sustentar el sistema financiero en medio de la recesión más profunda y prolongada desde la Gran Depresión de los años 1930. Los operadores del mercado de futuros apostaban el viernes pasado un 33% de probabilidades de que la Reserva aumente la tasa de interés en su reunión de marzo, por lo que la mayoría lo descarta.

El presidente de la Reserva, Ben Bernanke, y sus colegas en el Comité tienen razones para concluir que su actual política monetaria es la más adecuada en la actual coyuntura. La semana pasada, en su primer cálculo del producto interior bruto (PIB) en el trimestre de julio a septiembre, la actividad económica creció a una tasa anualizada del 3,5%, el primer crecimiento en cuatro trimestres, lo que superó los cálculos más optimistas de los analistas.

Después de una contracción del 0,7% en el segundo trimestre, el buen desempeño del PIB en el tercero dio la primera nota de reactivación en un año. Pero los analistas pronto señalaron que en gran medida ese incremento respondió al plan de estímulo aplicado por el gobierno del presidente Barack Obama. En febrero pasado el Congreso aprobó un estímulo económico de unos 787.000 millones de dólares, de los cuales hasta el 30 de septiembre se habían desembolsado 339.000 millones. El gobierno ha afirmado que esta inversión ha permitido salvar o crear unos 650.000 puestos de trabajo.