La posición de la banca mejora. Aunque lo hace a costa de sus clientes: después de las ayudas y avales gubernamentales y de las inyecciones estatales de liquidez, los bancos españoles están sustentando su recuperación en el aumento de las tarifas que cobran por sus servicios, en la reducción de costes –ajustes de plantilla y red– y en la captación de depósitos, que ha crecido un 55%. Solo en agosto, el sector financiero ha engordado sus arcas con 27.313 millones de euros en depósitos, según el Banco de España.

Pese a ello, los bancos han buscado otra vía para ganar rentabilidad en plena crisis: con los tipos de interés oficiales y el Euríbor en sus mínimos históricos y el grifo financiero dando crédito con cuentagotas, la banca ha decidido rascar unos ingresos extra subiendo algunas de sus comisiones. Las más afectadas son las correspondientes al mantenimiento de las tarjetas de débito, que se han elevado en lo que va de año un 7,9%. Según documenta el Banco de España, las entidades crediticias también han encarecido un 6,6% las comisiones de las tarjetas de crédito.

Aunque la sangría de este año es mínima si se compara con la que se produjo en los meses que siguieron al desplome de Lehman Brothers en Estados Unidos: según los datos del Banco de España, inmediatamente después de que la banca desencadenase la mayor recesión mundial desde la que siguió al crack de 1929, las comisiones comenzaron una escalada que hace que los costes de una tarjeta de débito sean hoy un 14,5% superiores a los de hace apenas un año. Y lo mismo sucede con las de crédito, que desde septiembre de 2008 se han encarecido un 9,25%.

La subida se produce además en el sistema bancario español, el que más dificultades está poniendo en toda la Unión Europa para entregar crédito a empresas y ciudadanos, según un reciente informe del Banco Central Europeo. De este modo, los consumidores pagan las comisiones más altas en cuatro años, contribuyendo con ellas a engordar las ganancias de la banca. Porque mientras la comisiones subían para los clientes, el sector seguía apuntándose cuantiosos beneficios. Solo en el primer semestre, los cinco grandes de España (BSCH, BBVA, Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular) se embolsaron 9.311 millones de euros de beneficios netos. A ellos se suman los 1.184 que ganó la banca mediana española (siete entidades). En total, los doce mayores bancos y cajas del país se embolsaron entre enero y junio 10.500 millones de euros, una cifra que recuerda mucho a la que quiere recaudar el Gobierno español con la subida de impuestos recien anunciada. Como las comisiones, la pagarán los ciudadanos