Tras un extenso debate, la mayoría oficialista de la Cámara de Diputados argentina convalidó ayer los impuestos móviles a las exportaciones de granos dispuestos por el Gobierno en marzo último y que desataron un conflicto con el sector rural.

Al cabo de más de 17 horas de deliberaciones, el proyecto impulsado por el Ejecutivo fue aprobado en general con 129 votos a favor y 122 en contra, tras lo cual comenzó el análisis de cada artículo de la ley.

La iniciativa aún debe recibir el visto bueno del Senado y cuenta con el rechazo de las patronales rurales, que han hecho múltiples protestas contra el esquema impositivo y tacharon de "insuficientes" los cambios introducidos.

A lo largo del debate, que comenzó el viernes, más de un centenar de los 257 miembros de la Cámara de Diputados dieron a conocer sus posturas sobre los impuestos, que ya habían sido analizados durante dos semanas por comisiones legislativas.

A lo largo de la noche, el oficialismo anunció nuevas modificaciones al proyecto mediante el cual el Ejecutivo busca que el Parlamento ratifique las retenciones móviles a las exportaciones de soja, trigo, maíz y girasol.

Si bien la norma mantiene el esquema impositivo que rige desde marzo, amplía las compensaciones que ya había dispuesto el Gobierno para los pequeños y medianos productores, entre otros beneficios.