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Minuto 91

Manacor es una fiesta

Rafel Nadal, con su undécimo trofeo en Montecarlo.

Manacor ha sido sin duda el gran protagonista del fin de semana deportivo. Por el incombustible Rafel Nadal, ganador de su undécimo Montecarlo, una auténtica barbaridad, y por el histórico ascenso del modestísimo Podes i Tales a la Superliga masculina de voleibol.

Once títulos suma ya Nadal en el primer Masters 1.000 sobre tierra de la temporada. Montecarlo es, como Barcelona y Roland Garros, la prolongación de su sala en Manacor. La autoridad con la que se ha impuesto en el torneo monegasco augura otro año de dominio absoluto sobre la arcilla. Con su victoria de ayer ante Nishikori, Nadal suma 36 sets consecutivos en tierra desde que cayera en los cuartos de Roma del año pasado ante Thiem. Nos tiene tan mal acostumbrados el genial tenista manacorí de tanto que gana, que parece que lo hace por rutina. El campeón de dieciséis grandes es único. Por el bien del tenis, que alargue su carrera todo lo que pueda porque cuando se retire el vacío será inmenso.

Cuando finalice el año y sea el momento de resumir lo que han sido los 365 días de 2018 deberá figurar con letras mayúsculas la hazaña del Podes i Tales de Manacor, el triunfo de la modestia. El equipo de voleibol, totalmente amateur, entrenado por Jaume Febrer y presidido por Andreu Mesquida, ha logrado el ascenso a la máxima categoría del voleibol español. Ningún jugador cobra, entrenan solo dos veces por semana y el máximo lujo que se ha podido permitir el club es dar trabajo a dos venezolanos, Sourio y Meléndez, claves en el ascenso. Especial ha sido para el veteranísimo Suñer, que tras jugar en todas las categorías con el Podes i Tales, ha conseguido el sueño, ya realidad, de ascender a la máxima categoría. El club de Manacor es el mejor ejemplo de que el dinero no lo es todo en el deporte, que todavía hay espacio para el romanticismo. Y que con ilusión y un poco de imaginación, todo es posible.

Hacía tiempo que el Mallorca no conseguía una victoria tan convincente como la de ayer. Es verdad que el rival era el modesto Olot, que lucha por la permanencia, pero las sensaciones que mostró el equipo fueron muy diferentes a jornadas precedentes. Necesitaba Abdón más que nadie un partido como el de ayer, dos goles -golazos- que sirven para romper una sequía de 18 partidos. El segundo gol pasará a ser el mejor de la temporada, con un remate de volea que firmaría el mismísimo Ronaldo.

El Atlético Baleares cortó en Llagostera su racha de buenos resultados y se ha vuelto a meter en el pozo. El equipo de Mandiola fue castigado con un penalti que, a la postre, resultó definitivo en un partido en el que lo más justo hubiera sido un empate por los méritos de unos y otros. Lo único positivo es que el resto de rivales también perdieron, por lo que prácticamente todo sigue igual. Pero no queda otra que ganar al Alcoyano el domingo para seguir soñando.

El título más triste del Barça. Entre los aficionados barcelonistas quedará para siempre la pregunta de porqué los jugadores no actuaron igual contra la Roma que contra el Sevilla el sábado, en la final de Copa. En el plazo de diez días el equipo de Valverde ha mostrado todas sus miserias y excelencias futbolísticas.

Alba, suma y sigue. La jugadora de Binissalem engordó un poco más su historial con su cuarta Euroliga, la segunda con el Ekaterimburgo. Con 27 años, la multilauredada baloncestista no tiene límites.

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