El entrenador del Iberostar Palma Félix Alonso abandonó el Palau de Son Moix "esperanzado" y "con la tranquilidad" de que el equipo no se hubiera roto, pero consciente de que en el partido hubo una "superioridad manifiesta del Oviedo". "No me puedo ir satisfecho porque no hemos ganado, enfadado tampoco porque el equipo ha hecho un esfuerzo titánico. Me voy con la tranquilidad de que no nos hemos roto y esperanzado", manifestó ante los medios el entrenador del conjunto mallorquín.

A pesar de la derrota, Alonso consideró que "los jugadores no se merecían ganar" ganar ayer ante el conjunto ovetense y destacó que la permanencia, pese al varapalo, "sigue estando en la mano" del equipo.