A un punto del play-ouy y a tres de la permanencia directa. Los números le salen a Manix Mandiola, pese a que el técnico vasco ha reconocido esta mañana no tirar de calculadora "para evitar que se descalabre todo". El conjunto blanquiazul ha realizado esta mañana, bajo la lluvia, el penúltimo entrenamiento de la semana, de cara al encuentro de este próximo domingo ante el Ontinyent.

"Ahora mismo hay una realidad y es que hasta hace 15 días llevábamos 3 partidos ganados en toda la temporada; evidentemente todo lo que queda no lo vamos a ganar, pero estamos siendo un equipo, cada vez más compacto y que hace mejor las cosas, nos conocemos más", ha relatado el de Eibar al ser cuestionado por la positiva dinámica que atraviesa su equipo.

Una de las claves de los últimos resultados ha sido la del regreso de Xisco Hernández tras una larga lesión. En el partido ante el Ontinyent, el palmesano no podrá ayudar al equipo por cumplir sanción, un contratiempo asumido por el técnico vasco: "Si hubiéramos pensado cuando Xisco se recuperaba, podíamos haber forzado la quinta tarjeta, pero sin Xisco también hemos ganado. Siendo las individualidades muy importantes y aunque nos da mucho porque es diferente, no hay xiscodependencia porque estamos en un momento dulce".

Cerca de 200 socios se han pasado ya por las taquillas del club para recoger la invitación que pone a disposición el Atlético Baleares para que Son Malferit esté lleno este domingo. "El Ontinyent aún tiene aspiraciones de entrar en la liguilla de ascenso, pero tenemos que ser competitivos, correr y pelear mucho porque estamos capacitados para ganar. Evidentemente me gustaría que el rival estuviera cansado, ha tenido un viaje largo tras disputar la final de la Copa Federación, pero no me preocupo en exceso, no sé cómo les afectará", ha zanjado el vasco.