El Urbia Voley Palma se llevó otro revés ayer en las semifinales del playoff por el título frente al Unicaja Almería en Son Moix (2-3). Los hombres de Marcos Dreyer fueron a remolque de los andaluces y no culminaron la reacción del final del cuarto set. La segunda decepción en veincuatro horas del equipo mallorquín le deja sin margen de error y deberá ganar los próximos dos partidos en Almería si quiere forzar el desempate.

A Piero Molducci le sirvió en el primer set la misma fórmula con la que remontó el encuentro del sábado. Rápidamente los almerienses se situaron con una renta de cinco puntos que el cambio de Ronchi por Hister no supo resolver (21-25). El Urbia Palma sacó el amor propio en el segundo acto, dominándolo de principio a fin, con ventajas de hasta ocho puntos (25-16).

El Unicaja Almería se situó de nuevo por delante en el global en un tercer acto en el cual metió una marcha más, a partir del ecuador, ampliando su efectividad ofensiva (19-25). El Urbia no encontraba soluciones en el principio del cuarto set y, cuando peor pintaba el escenario con tres puntos de déficit, reaccionó forzando el quinto gracias a los brasileños Hister y Zóio (25-22).

La muerte súbita arrancó con la inercia ganadora de los locales, que dominaban 4-1. Dicha renta se fue diluyendo gracias al empuje andaluz al servicio. A pesar de salvar dos pelotas de partido, el equipo insular terminó entregando la segunda derrota de la serie (13-15).

"Todavía no estamos muertos", resaltaba un Marcos Dreyer afectado tras el duelo. Consciente de que la situación está al límite, el técnico brasileño alabó "el espíritu de lucha de mis jugadores jugando diez sets durante dos días seguidos y ante un grande de la Superliga". El entrenador del Urbia no quiso "reprochar nada a la plantilla porque han dado lo mejor de sí" pero recordó que "varios puntos de servicio nos han condicionado en el quinto set". No obstante Dreyer sigue creyendo en la remontada porque "en el deporte no hay nada imposible".