El Atlético Baleares ha dado un paso más hacia atrás, hacia la Tercera División. El equipo de Manix Mandiola ha sido incapaz de ganar a la Peña Deportiva (-0), que ha conseguido el objetivo con el que llegó a Son Malferit: arañar un punto y ganar el golaverage a los blanquiazules. En un duelo trabado, espeso, los balearicos no han sabido encontrar las debilidades del conjunto ibicenco y han pagado muy caro su falta de fútbol.

Ha arrancado con ganas el Baleares. Intentando mandar, buscando las bandas, sobre todo la derecha. Pero la ansiedad, la necesidad de los puntos, le ha acabado por atascar. Sin ideas para cambiar el discurso de los balones en largo, la Peña Deportiva se ha ido acomodando a medida que han pasado los minutos.

Incluso, los visitantes han sido los que han tenido la primera ocasión, en un chut lejano de Pepe Bernal que ha parado sin problemas Aulestia. Tampoco ha pasado por dificultades Imanol que se ha pasado más tiempo estirando para no enfriarse que atajando balones.

Un par de centros que han cruzado el área de la Peña, un ´casi remate´ de Vallori en un córner y un disparo flojito de Nacho Heras, muy solo toda la primera parte, ha sido el escaso bagaje del Baleares en el primer periodo. A los ibicencos se les pueden añadir, un par de balones colgados y un disparo de Erik Polanco rechazado por un defensa del Baleares.

El descanso ha sido un alivio. Para los jugadores y para los aficionados en un día muy frío, con viento y lluvia.

El punto no beneficiaba a nadie. Y menos al Atlético Baleares, que ha salido tras el intermedio con más ímpetu. Pero la carencia de ideas ha obligado a Manix Mandiola a echar mano de sus jugones a escasos diez minutos de la reanudación. Han entrado Canario y, sobre todo, Xisco Hernández, ovacionado por la afición blanquiazul en su regreso a los terrenos de juego tras cuatro meses lesionado.

Ha mejorado el Baleares tras los cambios. Se ha acercado más veces al área de la Peña, aunque sin crear excesivo peligro. Los ibicencos, que no se han puesto nerviosos, han mantenido el orden, pese a la sensación de acoso.

Con 20 minutos por delante, Mandiola ya no ha esperado más y ha hecho el último cambio. Ha salido el central Manu y ha entrado un delantero, Hugo Díaz. Ha variado el sistema, y las intenciones. Curiosamente, en los siguientes minutos ha encontrado más espacios en ataque la Peña Deportiva, aunque con el mismo resultado que el Baleares: más interés que acierto.

En los minutos finales, el miedo a perder, la ansiedad se han adueñado de los equipos y el partido se ha desvanecido, como muchas de las opciones de permanencia del Atlético Baleares, entre constantes imprecisiones pese a que los blanquiazules lo han intentado hasta el final.

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