"Antes de venir aquí nadie confiaba en nosotros", dijo el sábado Martín López, el ayudante del técnico del Palma Futsal Antonio Vadillo, que estaba sancionado, poco después de perder las semifinales ante el Movistar de la Copa de España (1-4). Nunca había llegado tan lejos el club en esta prestigiosa competición, que debe servir como punto de inflexión para el futuro después de estar cuajando una irregular actuación en la Liga. Lo ideal es que haya ahora un antes y un después de este torneo, marcado por el brillante triunfo del jueves ante el todopoderoso ElPozo Murcia (2-1), para asombro del fútbol sala nacional.

Los mallorquines llegaron a Madrid con el ambiente enrarecido. Los malos resultados, sobre todo la derrota en Son Moix ante Osasuna Magna Gurpea, dejaban al equipo en la sexta plaza, un puesto muy por debajo de las expectativas que había en la entidad en verano.

En un curso en el que los verde pistacho se han convertido en el club con más socios de España, con casi tres mil, y que ha conseguido más patrocinadores que nunca, en la pista el rendimiento no está siendo el esperado. Y el presidente Miquel Jaume se encargó de recordarlo ante los periodistas el lunes, incluso señalando a dos de los jugadores que estaban llamados a ser referentes. "Estoy enfadado con Joselito y Pazos", llegó a decir, algo que dio la impresión que no le hizo gracia al propio entrenador. "Las cosas que dice el presidente, mejor que se las preguntéis a él", se limitó a responder Vadillo dos días después.

Lo cierto es que Pazos, que llegó en verano procedente del Movistar Inter, no ha jugado ni un solo segundo en esta Copa de España, mientras que Joselito sí que ha tenido protagonismo. Quizá el contundente discurso de Jaume, que no se mordió la lengua, caló en el vestuario. "El que no se adapte a nuestras circunstancias y nuestro modelo no tiene sitio aquí", también dijo en la previa. El resultado es que ante ElPozo se vio a un equipo muy concentrado, que no cometió errores, ni mucho menos, y con pegada. Además, Nico fue el elegido por el preparador para ocupar la portería y su respuesta fue lucirse con una memorable actuación, por lo que deja en una delicada situación al internacional Carlos Barrón, que confesó en una entrevista a este diario que quiere jugar más. Esta es otra de las ´patatas calientes´ que tiene Vadillo sobre la mesa.

El Palma ha dejado escapar muchos puntos en la Liga por fallos groseros, pero en un escenario de postín como el WiZink Center, el equipo se pareció al que Vadillo quiere. Paradynski y Quintela mostraron personalidad, Tomaz elevó su nivel y Lolo evidenció la jerarquía que tanto se ha echado de menos en algunos momentos del curso, entre otros destacados. En la semifinal, los baleares también compitieron ante todo un Inter, incluso fueron por delante, aunque la segunda parte se hizo demasiado larga ante los Ricardinho y compañía. De lo que se trata ahora es de mantener el nivel para llegar lo mejor posible al play-off por el título, aunque sea casi imposible pasar de la sexta plaza. Solo así se alejarán definitivamente los fantasmas que sobrevolaban antes de una Copa de España que debe servir como lección.