Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Minuto 91

Un ascenso en entredicho

Sastre no pierde la trayectoria del balón.

Acada jornada que pasa aumentan las dudas con respecto al Mallorca y sus posibilidades de ascenso a Segunda. A Vicente Moreno se le ha ido el equipo de las manos. Definitivamente. Hace un mes que no gana, y la última vez que lo hizo fue de penalti. El equipo encaja goles con una facilidad pasmosa y le cuesta horrores batir a los rivales, sea el Villarreal B, segundo, o el Formentera, que merecidamente se llevó el aplauso de los aficionados. El equipo está atenazado, presa de los nervios. La Liga se le está haciendo demasiado larga. Todos los rivales saben cómo jugarle a este líder que cada vez lo parece menos. Se ha convertido en un equipo vulgar, previsible y sin respuesta al más mínimo contratiempo. Es verdad que el resto de líderes tampoco están para tirar cohetes, pero jugando así el Mallorca tiene muchas opciones de fracasar en su intento de ascender. Ni la presencia de Nash, en el palco, ni la recuperación de Lago y Álex López, dos hombres clave en la velocidad de crucero que cogió el equipo en la primera vuelta, bastaron para reencontrarse con la victoria. Hay preocupación, y motivos de sobra para ello. Ni Moreno ni los jugadores eran antes los mejores ni ahora una ruina. Son los mismos. No queda otra que seguir confiando en ellos.

El punto del Atlético Baleares en Peralada sabe a muy poco, por no decir a nada. Con una jornada menos todo sigue igual o peor para el equipo de Mandiola, porque los resultados no acompañaron. El conjunto blanquiazul, que parece haber mejorado algo en defensa -sumó su segundo partido imbatido-, sigue pecando de falta de gol, un lastre determinante a estas alturas de la temporada. El sábado, ante la Peña Deportiva, el equipo juega su enésima final. Si ganar fuera es importante, hacerlo en casa se antoja imprescindible para seguir con la llama encendida. Son Malferit debe ser una olla a presión ante los ibicencos.

Marejada en el Palma Futsal. Antes que nada, dejar claro que el papel del equipo mallorquín en la Copa de España ha sido más que digno. Por primera vez se ha clasificado para las semifinales de este prestigioso torneo tras eliminar a ElPozo Murcia de Miguelín, y cayó, no sin presentar batalla, ante el Movistar Inter de José María García. Pero la noticia ha estado más fuera que dentro de la pista. Primero con las sorprendentes declaraciones del presidente Miquel Jaume, siempre moderado, que mostró públicamente su enfado con el rendimiento de Joselito y Pazos, este último inédito en Madrid. Y después, las quejas a este diario de Carlos Barrón, molesto por no jugar todo lo que quisiera, y que hasta deja en el aire su continuidad si no disfruta de más minutos. Todo un dardo a su excompañero y ahora entrenador Vadillo, que parece haber hecho oídos sordos porque el titular ha sido Nico Sarmiento, la figura en el partido inaugural.

Empezó el Mundial. Y de la peor manera para Jorge Lorenzo, que se cayó a falta de pocas vueltas. En su segunda temporada en Ducati y demostrando Dovizioso, vencedor ayer en Catar, que la moto va como un tiro, el mallorquín debe empezar a obtener resultados sin excusas. Mientras, Joan Mir empezó el undécimo en Moto2. El campeón del mundo de Moto3 tiene mucho margen de mejora en una temporada en la que se ha marcado como objetivo estar entre los mejores. Calidad tiene de sobra. Y también una moto que corre.

La resurrección del Iberostar Palma. El equipo de Félix Alonso sumó ayer en Huesca su tercer triunfo consecutivo (71-79) tras ir perdiendo de quince y va camino de la salvación, algo impensable hace solo tres semanas.

Compartir el artículo

stats