A Andrea Dovizioso (Ducati) se le ve sereno, seguro de sus fuerzas, en el papel, de nuevo, de favorito al título. A Marc Márquez (Honda), el tetracampeón del mundo, ganador de cuatro de los últimos cinco campeonatos del mundo de MotoGP, se le ve ganador. A Valentino Rossi (Yamaha), feliz de seguir en el patio de su recreo favorito, capaz de seguir presentando batalla a los 39 años. A Dani Pedrosa (Honda), pese a llevar 12 años persiguiendo el título de MotoGP, se le ve con ganas de 'campeonar'. A Maverick Viñales (Yamaha) se le descubre algo sorprendido por lo mal que le ha ido la pretemporada, sobre todo si la compara con su brillante aparición en el invierno del 2017. Y a Jorge Lorenzo (Ducati) se le nota desesperado pues creía acabada ya su adaptación a la difícil y retorcida Ducati y, al final, parece atascado en el mismo punto del pasado año.
Después del calvario que pasó en su primera temporada en Ducati se supone que le daría instrucciones a su fábrica para cambiar algo su 'Desmosedici' y adaptarse más a su pilotaje.
Le voy a ser muy sincero. Yo de técnica no sé nada. O sé muy poco. Yo me dedico solo a pilotar y lo único que puedo hacer es decirle a Gigi (Dall'Igna, ingeniero jefe de Ducati Corse, creador de la 'Desmosedici') lo que necesito y, en el caso de la Ducati del año pasado, le dije que encontraba que no giraba bien o que para mí, no giraba lo suficiente.
Aún y con todo, sigue con muchos problemas. No acaba de ser usted el pentacampeón que fichó Ducati, no se siente ni seguro, ni veloz, ni regular sobre la moto.
Intento que la adaptación se acabe lo antes posible, pero, de momento, no lo he logrado. O, al menos, no lo he conseguido en todos los circuitos, facultad importantísima para poder tener opción, no solo a ganar el Mundial, que es el objetivo de todos, sino, incluso, subirnos al podio con regularidad.
Ni siquiera la nueva moto le ha beneficiado en ese sentido.
Bueno, he de reconocer que Gigi ha trabajado duro, muy duro. La nueva moto, el nuevo chasis, parece, en efecto, que gira un poco más cuando sueltas los frenos, pero también ese nuevo chasis ha traído unos pequeños puntos débiles que no me gustan. No siempre todo el cambio es a positivo y, sin embargo, tanto 'Dovi' (Andrea Dovizioso, actual subcampeón del mundo de MotoGP) como Petrucci (Danilo Petrucci, piloto del equipo 'satélite' Pramac de Ducati), en el último test, sí han sabido sacarle todo el partido a esa moto y yo también lo hice hasta que la temperatura bajó y ahora dicen que aquí, en Doha, será algo más alta, unos diez grados más, y puede que eso me ayudará a mantener el ritmo que tenía cuando había temperatura.
Está claro que lo que creía iba a ser un año de transición, el pasado, su temporada de debut en Ducati, se va a alargar algunos meses y grandes premios más.
Es evidente que lo mío sigue siendo un proceso continuo de aprendizaje y es difícil, sí. Si fuese fácil pilotar esta Ducati, todo el mundo iría rápido con ella y hasta ahora solo Dovizioso lo ha conseguido de forma consistente.
No acaba de estar cómodo sobre la moto.
Hasta ahora, en pretemporada, cuando todavía no se reparten puntos he tenido, sin duda, altos y bajos, veremos qué ocurrirá cuando se repartan los puntos, veremos si soy capaz de estar arriba y sumar puntos en la primera carrera o he de trabajar duro para mejorar.
¿Tiene algún plan para mejorar cuanto antes? ¿Tiene la sensación de que la tremenda igualdad que se presume en MotoGP no le beneficiará para completar ese proceso de adaptación?
La igualdad que se avecina no va a interferir en mi trabajo, que seguirá siendo trabajar duro, muy duro, todo lo duro que sea necesario para conseguir dominar la moto, llevarla como yo quiera. Voy a prepararme lo mejor posible.
¿Qué es lo que le hace dudar tanto?
Cada test, en cada entrenamiento, parece que estoy mejor adaptado a la moto, pero el proceso está resultando duro y largo. Hay momentos que pienso que ya estoy a punto de terminarlo y, sin embargo, eso no sucede pues, al siguiente test o, simplemente, en la siguiente salida, te das cuenta de que aún falta bastante. Elegí este camino, conocía su dificultad pero, la verdad, no pensé que sería tan largo y duro.
¿Espera que Catar suponga un salto adelante?
No quiero darle más vueltas a eso de la adaptación a la Ducati, al cambio de pilotaje, a lo que me ocurre. Tras los dos últimos test, aún se ha complicado más, pero esperemos un poquito, veamos cómo me va aquí en los primeros entrenamientos y, luego, hablamos con más calma.
¿Está preocupado por eso de dar un paso adelante y, luego, un paso atrás?
En este punto de mi vida, preocupación no es la palabra. Sería obsesión.
El primero en renovar hasta el 2020, es decir, dos años más además del actual, fue Maverick Viñales con Movistar-Yamaha. Luego vino Marc Márquez, con Repsol-Honda. Ahora acaba de anunciar Valentino Rossi
No tengo prisa, ninguna. Todo me va bien, conozco mi valor y veremos qué ocurre en los próximos meses.
¿Qué opinión le merece la renovación de Rossi hasta el 2020, cuando ya tiene 39 años?
Es muy bueno que Valentino siga entre nosotros. Es una gran noticia para él, porque si ha firmado es porque le encanta este deporte y está apasionado por seguir en él. Y, a partir de ahí, que 'Vale' siga en el 'paddock' una gran noticia para todos nosotros, pues MotoGP con Valentino es más potente mediáticamente y, también, claro, cómo no, a nivel de espectáculo.
Es todo un ejemplo¿verdad?
Pues sí, en efecto, sigue siendo un gran ejemplo para todos nosotros, pues demuestra que se puede seguir siendo competitivo a los 39 años si tienes ilusión y ganas y eso, sobre todo para los jóvenes, es muy importante. Valentino demuestra que con ganas, sacrificio, disciplina y eres un apasionado de este deporte puedes correr, incluso, hasta los 40.
