Jorge Lorenzo arranca hoy el Mundial de 2018 con un objetivo principal: conseguir su cuarto título de campeón en MotoGP. Para ello debe superar un reto que se le atragantó en 2017, adaptar su pilotaje a la Ducati.

Si lo consigue, podrá añadir a su ya más que extenso palmarés un hecho histórico: coronarse con dos fabricantes de moto diferentes, algo que solo han logrado cinco pilotos en los 69 años de historia de la categoría reina. De lograrlo, Jorge Lorenzo presumiría de tres títulos con Yamaha y uno con Ducati.

La marca de Borgo Panigale tiene en el mallorquín a su segunda gran baza -la otra es el piloto italiano Andrea Dovizioso- en su intento de volver a saborear un título mundial.

Y este año razones no le faltan para confiar en Jorge Lorenzo: fue el mejor en el test de Sepang, marcado siempre por sus condiciones peculiares de temperatura, pero sobre todo se mostró ya más adaptado a su nueva montura.

El mallorquín espera volver a ser un serio candidato al título tras vivir un primer año fuera de Yamaha muy complicado, pese a que en 2017 logró subir en tres ocasiones al podio.

Poco bagaje sin embargo para el ambicioso piloto palmesano, triple campeón del mundo y que además cuenta a su favor con unas extraordinarias estadísticas en el circuito de Losail, uno de sus trazados predilectos.

Seis victorias suma Jorge Lorenzo en Catar. De hecho, es el piloto con más triunfos en este circuito y el único que lo ha logrado en las tres cilindradas (en el año 2004 en 125cc; en 2006 y 2007 en 250cc; y en 2012, 2013 y 2016 en MotoGP).

Es más, el mallorquín es el piloto que más veces ha estado en el podio: once, habiendo conseguido en ocho ocasiones la 'pole position'.

Y para reforzar aún más las sensaciones de lo bien que le sienta correr en Losail, en 2008, ya lo hizo en la que era su primera carrera en MotoGP. Una actuación, en su estreno en la categoría, que ningún otro piloto debutante ha vuelto a conseguir.

Pero el Gran Premio de Catar es solo el inicio de un año decisivo para Jorge Lorenzo. La larga recta de meta de Losail es simplemente el primer tramo de una carrera que esta temporada se avecina difícil, complicada y llena de dificultades en una categoría, la de MotoGP, que en este 2018 obliga a las marcas a asumir una serie de modificaciones técnicas.

Por ejemplo, las motos de fábrica -casos de Honda, Yamaha y Ducati- solo podrán utilizar siete motores, y todos de la misma especificación, que han sido sellados antes del GP de Catar. Otra variación es que solo habrá un carenado por piloto -aunque se le podrán quitar piezas durante el año-y solo se podrá cambiar su diseño o incluir piezas una vez durante la temporada. Los cambios también llegan a los neumáticos, ya que Michelin no podrá presentar actualizaciones una vez iniciado el Mundial (serán diez delanteros y doce traseros).

Rossi renueva con Yamaha

Los rivales de Ducati y Lorenzo serán, como siempre en los últimos años, las japonesas Honda y Yamaha. Marc Márquez buscará su quinto título (2013, 2014, 2016 y 2017) y tendrá como acompañante en Honda a Dani Pedrosa. Y Yamaha confiará de nuevo en el ya legendario Valentino Rossi, que ayer renovó hasta 2020, y en Maverick Viñales.