El Atlético Baleares lo tiene claro. Si el equipo cuenta con alguna posibilidad de evitar el descenso a Tercera División pasa por ganar los cinco partidos que le quedan por disputar en son Malferit de los nueve que restan. El conjunto blanquiazul suma 27 puntos tras la victoria del pasado domingo contra el colista Deportivo Aragón. Si suma los quince puntos que le quedan por jugar en casa alcanzaría los 42, y probablemente necesitaría alguno más para certificar la permanencia en la categoría.

La tarea es titánica, y más teniendo en cuenta que el equipo solo ha sido capaz de ganar dos partidos ante su afición en toda la temporada. Peña Deportiva, Hércules, Ontinyent, Alcoyano y Ebro en la última jornada, el 13 de mayo, son los equipos que deben pasar por Palma. Estos dos últimos pueden llegar con los deberes hechos, con la permanencia asegurada, por lo que pueden afrontar el partido relajados y pensando más en las vacaciones. El Hércules, que lucha por meterse en el play off de ascenso, se presenta como el rival más complicado de los que le quedan al grupo de Mandiola.

Peralada, Saguntino, Llagostera y Cornellà son las visitas que deben realizar los blanquiazules. Ninguna fácil porque todos, salvo posiblemente el Sanguntino, tienen asuntos por resolver. El primer rival, el próximo domingo, es el Peralada, que llegará con la moral por las nubes tras su victoria ante la Peña Deportiva que le aleja de los puestos peligrosos. El conjunto gironí es un adversario complicado, y más cuando juega como local. Ante su público ha ganado siete veces, uno de los mejores números del campeonato. Después del Saguntino visita al Llagostera, en lo que puede ser un duelo por la permanencia. La última salida es a Cornellà, donde el conjunto catalán, actualmente cuarto con cuatro puntos de ventaja sobre el Lleida, puede tener el play off de ascenso garantizado y reservar a sus mejores hombres para la fase decisiva.

Kike López, titular ante el Deportivo Aragón, fue ayer la viva imagen de la tranquilidad: "La victoria nos sirve a todos para afrontar una semana con más alegría porque veníamos de una dinámica muy mala. De aquí a final de temporada todo serán finales", dijo el jugador blanquiazul. "Lo disfrutamos un poco pero a partir del miércoles tenemos que pensar en Peralada e intentaremos sacar los tres puntos porque otra cosa no nos sirve", se sincerói, consciente de las necesidades del equipo. "Una victoria es una inyección, sabemos que si ganamos en Peralada daremos un golpe, le metemos en la pomada de abajo, y por eso queremos traernos los tres puntos a Mallorca. Todos lo dimos todo, con intensidad hay que crecer", afirmó el futbolista del Atlético Baleares, aliviado tras el triunfo del domingo.