"Esto era un duelo de las calamidades y nosotros, que andábamos ahogándonos en la miseria, parece que al fin hemos hecho pie, ahora toca tomar impulso para intentar llegar hasta arriba". Manix Mandiola llevaba puesto hace cuatro semanas ya el traje de buzo, pero al fin su equipo ha logrado una victoria "para seguir respirando". No lo ha tenido fácil el técnico del Atlético Baleares que ha necesitado cinco encuentros para saborear el gusto de la victoria.

"No me imaginaba yo que viniendo a una isla como esta, a un club como este, lo iba a pasar tan mal. Dirán muchos: 'Tampoco tiene Manix tanta culpa en el asunto'. Pues sí, sí que la tengo, porque yo venía aquí a sacar del pozo al equipo y lo primero que he hecho es meterme yo hasta el cuello", relataba el de Eibar, tras la victoria cosechada por su equipo ante el Deportivo Aragón.

El técnico vasco dice no ser un hombre de números, "bastante tengo con intentar sacar esto adelante y ganar un partido, como para estar mirando al resto de equipos", aunque en sala de prensa, el preparador blanquiazul era ya conocedor del resto de resultados de la jornada: "La gente, cuando tiene tiempo libre, le da por hacer números, pero a mí no me preocupa. Algo he oído de los resultados que ha habido por aquí y por allá, pero no me ha dado por mirar la clasificación". Mandiola confesó que sus jugadores llegaron "eufóricos" al vestuario en el descanso, pero que conociéndose, cualquiera se fiaba. "Estando como estamos ves peligros por todas partes, así que tranquilo yo no he estado hasta que han pitado el final del encuentro", relataba.

Por su parte, Sergio Sánchez, autor ayer del segundo tanto del equipo, se mostró realista con el equipo pese a la victoria lograda ante el colista del grupo: "Si la Liga acabase hoy, seríamos carne de Tercera División. Simplemente se trata de una victoria para seguir luchando".