Ingo Volckmann se siente "dolido" pero ayer quiso cerrar filas en torno a las dudas que los resultados del Atlético Baleares arrojan sobre el proyecto deportivo que este curso afronta su cuarta temporada.

El propietario alemán aseguró su continuidad pese a que llegue a consumarse un más que posible descenso a Tercera División. También evitó señalar causas concretas ni culpables en particular, repartiendo la responsabilidad de la desastrosa situación clasificatoria entre la dirección deportiva y la plantilla. Finalmente mostró su apoyo hacia el director deportivo y su hombre de confianza Patrick Messow, además de marcar en rojo el mes de agosto como fecha para reabrir el reformado Estadi Balear.

"Soy el primero que no está contento porque no estamos donde queríamos", señaló Volckmann en una abarrotada sala multiusos de Son Malferit. Con el equipo a siete puntos de la promoción de permanencia en Segunda B y a nueve de la salvación, el máximo accionista de la entidad balearica quiso despejar cualquier especulación sobre su compromiso, indicando que el proyecto tendrá una continuidad de "tres o cuatro años más como mínimo porque en él he invertido mi dinero pero también mi pasión". El empresario berlinés es consciente de que las expectativas "eran otras a principio de temporada y todos somos un poco culpables de no haberlas cumplido".

Uno de los señalados por la mala marcha del equipo es Patrick Messow. Volckmann no dudó en defender la tarea del director deportivo al apuntar que es culpable "para lo bueno y para lo malo", recordando que el equipo alcanzó el play-off la pasada temporada. No obstante dejó caer que "nadie es intocable" y reconoció, sobre la planificación deportiva, la presencia de algún "fichaje malo" y que la apuesta de Armando De la Morena en el banquillo "no cumplió las expectativas". El mandatario blanquiazul no escondió que Messow ya está trabajando sobre un posible escenario en Tercera aunque él no quiere "saber nada todavía porque creo que nos vamos a salvar".

En cuanto al foco que apunta hacia el vestuario, Volckmann confirmó que la plantilla le ha mostrado que "quiere salir adelante y evitar el descenso" en una cumbre celebrada el pasado miércoles. El alemán, que estuvo presente el domingo en Badalona, confesó haber tenido sensaciones "muy malas" tras la goleada recibida. Tampoco dudó en señalar "las lesiones de hasta cinco futbolistas y no haber logrado suplir a Gerard Oliva" como dos lastres a tener en cuenta. Sobre la salida del catalán aclaró que "deportivamente fue un error dejarle machar pero él quería irse" y manifestó haber "luchado hasta el último momento para traer a Nuha del Saguntino" sin éxito.