El derbi entre los dos mejores equipos de fútbol femenino de la isla solo tiene un color, el bermellón. El Collerense volvió a imponer su dictadura en casa para sumar una nueva victoria (2-1) ante el Son Sardina, triunfo que les permite seguir soñando con el ascenso de categoría. No desisten de su ambicioso sueño las de Biel Pons que ayer, pese a lograr los tres puntos, acabaron pidiendo la hora al colegiado.
El Son Sardina no quería salir del Municipal del Coll d'En Rabassa con las manos vacías. Revancha es la única palabra que retumbaba en sus cabezas. El combinado amarillo luchó, batalló y llegó a arrinconar a las locales durante los últimos instantes del encuentro. Lograron recortar distancias en los últimos minutos, pero su sacrificio resultó en balde. Ca'n Caimari volvió a ser escenario de una nueva victoria local con la que las 'jabatas' mantienen intacto su afán por acabar primeras de grupo, posición que permite disputar los play-off de ascenso a Primera División.
Decenas de personas se desplazaron ayer al mediodía hasta las instalaciones del histórico club palmesano para presenciar la vigésimo jornada del Grupo III de la Segunda División femenina. El descaro del Collerense salió a flote desde los primeros instantes del encuentro. Tan solo se llevaban dos minutos cuando Pili Espadas fabricó desde la banda derecha un soberbio pase que encontró respuesta en Gabi. La delantera rojilla no perdonó y con un potente disparo anotó el primer tanto del partido, 1-0. El varapalo para el Son Sardina desmontó sus planes iniciales. Gabi, no contenta con su tanto, decidió dar rienda suelta a su desparpajo y en el 25 enarboló una jugada por banda, dribló a dos rivales e inventó un centro chut que golpeó sobre Anita, para confundir a la guardameta Tere Mayol y poner el 2 a 0.
Se conformó con el resultado el Collerense que, durante la segunda parte, sufrió en demasía para mantener la ventaja. Una brillante Tania, muy activa durante todo el partido, recortó distancias en el 79, tarde ya para cambiar la historia del derbi.
