El Atlético Baleares ha perdido en Badalona (3-0). Su falta de contundencia defensiva, algún que otro error y la ausencia de velocidad y claridad de ideas en ataque han penalizado al conjunto de Manix Mandiola, hundido en el pozo de la clasificación a diez jornadas para el final de la Liga en el Grupo III de Segunda B y con el descenso a Tercera División más cerca que nunca.
La primera parte ha sido de color local. El Badalona ha puesto más velocidad y agresividad que el Atlético Baleares. Los palmesanos habían salido con dos premisas y las cumplieron casi a rajatabla: no complicarse la vida atrás y que el balón pasara por Canario. El mediapunta, más cómodo arrancando desde la izquierda, fue el más activo en los de Manix Mandiola, aunque no encontró con quién asociarse.
Manejaba el partido más o menos bien el equipo de Manix Mandiola, teniendo el balón y poniendo el ritmo, pero su falta de contundencia atrás le ha vuelto a penalizar. Segura ha recibido un balón por la banda izquierda del mediocampo y ha cabalgado hasta la línea de fondo, perseguido por un Villapalos que no le ha hecho falta. Su centro atrás lo ha introducido Sergio Sánchez en la propia portería (1-0).
El gol ha sido una pequeña losa para los jugadores balearicos, incapaces de encontrar la manera de hacer daño a un Badalona mucho más agresivo y bastante práctico. Y encantado del ritmo lento de los pupilos de Manix Mandiola, que tras cuatro partidos en el banquillo todavía no sabe lo que es ganar.
Justo en la única ocasión en que el Baleares ha dado rapidez a una jugada ha tenido el empate a tiro. Pero Hugo Díaz ha enviado el balón lamiendo el palo a pase de Kike López, que ha roto por el centro el muro local. No ha habido tiempo para más y el descanso abría las puertas a la esperanza.
La historia pudo cambiar al inicio de la segunda parte. Ha slido más enchufado el Baleares, con más ímpetu, y ha tenido dos ocasiones consecutivas, en los pies de Nacho Heras y Julio Delgado. Pero han fallado... Cuando se está metido en el pozo la fortuna también te suele abandonar. Lo ha comprobado Fullana poco después, en un remate de cabeza alto a centro casi perfecto desde la derecha de José Ruiz. Y hasta ahí las noticias del Baleares.
Ha reaccionado el Badalona, que ha tenido en Rufo -que está cedido por el Mallorca- a su hombre más peligroso. El mediapunta acabó por rematar a la red, de cabeza y entrando en carrera, un centro largo de Albarrán (2-0). Ha sido el golpe definitivo a la moral de un Atlético Baleares que ha acabado por hundirse.
Ha buscado respuestas Manix Mandiola. Quitó a Julio Delgado y colocó a Borja junto a Villapalos. Canario, desaparecido tras el descanso, pasó a la banda. Y luego quemó las naves con la entrada de Gustavo Allés por Villapalos.
Pero no ha cambiado mucho la cosa, solo la sensación de que el futuro pinta muy mal para el Atlético Baleares. Quedan solo diez jornadas y la salvación es, ahora mismo, una utopía.
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