Si alguien en el Atlético Baleares tiene fe en este equipo, ese es su nuevo técnico, Manix Mandiola. El preparador vasco es capaz de sacar una lectura positiva de todos los encuentros, por complicado que resulte: "Al equipo le ha costado entrar en el partido, pero cuando hemos reaccionado a su gol, hemos hecho un partido serio, hemos creado ocasiones y creo que hemos llevado el peso del encuentro".

Mandiola insistió ayer en que el problema de este equipo reside en la falta de gol, "un aspecto que decide los encuentros", y desvió los errores cometidos por la zaga blanquiazul. "Los balones no entran y nuestra falta de pegada nos está penalizando. Este equipo cree que puede y eso me dice que en cualquier momento podemos dar la vuelta al resultado. No creo que tengamos un suspenso por esfuerzo y trabajo, pero como esto es una cosa que se mide por goles, pues mal asunto", resumió el vasco.

El entrenador del Baleares aprovechó la comparecencia de prensa para pegar un toque de atención a uno de sus jugadores, Gustavo Allés, a quien sustituyó en el minuto 30 del encuentro por Julio Delgado: "Cuando hacemos un cambio como el de Allés por Julio es porque normalmente visualizas unas cosas que no se han dado. Pensábamos que el campo estaría más impracticable, que debería haber segundas jugadas y Allés no ha estado fino, no ha sido capaz. No nos ha dado soluciones ni en defensa ni en ataque, teníamos que bajar el balón y con Julio creo que eso lo hemos conseguido".

"Esto es muy largo y lo que hoy pinta de una manera, la semana que viene puede pintar de otra. En cualquier momento podemos encadenar dos victorias seguidas, no vamos a bajar los brazos porque el equipo compite. Las dinámicas cambian y confío en este equipo porque sé que es capaz de hacer bien las cosas", sentenció el técnico del País Vasco.