Ante una propuesta en la que más que nunca pesó el 'factor' pitiuso de la consellera Francesca Tur, la mallorquina Maria Dolors Besné y el británico John Neville Peter Tunks, a título póstumo, fueron los dos elegidos ayer para ser ser galardonados este año con la distinción del Cornelius Atticus, el máximo reconocimiento que otorga el Govern de les Illes Balears a trayectorias deportivas de personajes relevantes dentro de esa actividad.

En esta ocasión, la novedad de esta nueva edición residía en que se había creado la distinción en categoría femenina del Cornelius Atticus. Un premio que se sumó al de la categoría masculina de una distinción y galardón con palmarés desde el año 2016 y que en años anteriores registró, por oportunista y sin respetar la bases elementales del reglamento de la distinción, la imposición desde el Consolat de la Mar de la distinción a deportistas todavía en activo, y plenitud, como es el caso del multicampeón tenista Rafel Nadal o el piloto Jorge Lorenzo.

Eso sí, a la hora de la proclamación de la nueva versión femenina del premio, la consellera del Govern, y presidenta del jurado del Cornelius, Francesca Tur, tuvo quer ser corregida y ver cómo se desautorizaba su primer anuncio. Después de que la pitiusa anunciase una primera proclamación 'en falso', corregida de inmediato. Especialmente desde la parte del jurado en representación de los medios de comunicación, que le recordaron que su decición incumplía con el reglamento del premio que impone que en primera vuelta de la votación debe haber como mínimo una diferencia de 0.50 puntos para la proclamación de una ganador. Entonces fue cuando la candidatura de Dolors Besné, una mujer de baloncesto y de gestión deportiva -cuya figura fue defendida con entusiasmo por Josep Ribas, en representación de la Federeció Balear de Tir de Fona- , se vio retrasada hasta su desempate con la 'incombustible' golfista Victoria 'Viki' Pertierra.

Dolors Besné, de 73 años, fue jugadora a nivel nacional de baloncesto y desempeñó múltiples cargos en el baloncesto insular, al margen de involucrarse en eventos como el de la Universiada 99.

John Tunks (1939) se inició de niño en el mundo del deporte. Practicó el tenis y el atletismo. En 1965 se instaló en Formentera, y es cuando se puso a trabajar en la promoción del atletismo en la isla. Cabe destacar también su labor como miembro fundador del Club de Tenis Formentera, así como impulsor de la Mini Maratón de Formentera. Desde 1981 alternó su residencia entre Eivissa y Formentera, siempre ligado a la promoción del deporte y murió a los 72 años tras más de 30 años dedicados a la formación deportiva.