María Rodríguez Vázquez acaba de fichar por el Cajasol Juvasa de Dos Hermanas (Sevilla) que milita en la Superliga femenina. La colocadora palmesana de 16 años cambia radicalmente de vida al dar el salto a la máxima categoría del voleibol nacional hasta final de temporada. Hasta hace una semana combinaba los entrenamientos en el Centre de Tecnificació Esportiva de les Illes Balears -donde le adaptaron los estudios- con la competición militando en La Salle de Es Pont d'Inca. Ahora convivirá con jugadoras profesionales de este deporte y se enfrentará a las mejores.

Ambiciosa pero realista, Rodríguez confiesa que este giro de ciento ochenta grados "pensaba que me quedaba grande porque en Superliga hay mucho nivel", pero asegura que asume el reto "con mucha naturalidad". Nunca es fácil abandonar el nido a una edad tan temprana. Es por ello que la mallorquina se alegra de que el núcleo familiar la "animaba para que aproveche esta oportunidad".

Un tren que la pupila de La Salle no podía dejar escapar y que llamó a su puerta "con un mensaje a través del seleccionador balear ofreciéndome la posibilidad porque en Sevilla necesitaban una segunda colocadora". Dicho y hecho. Tras la llamada del pasado jueves, se trasladó a la capital hispalense con sus padres para conocer el club. Tras el fin de semana conociendo el entorno, este martes se firmó el acuerdo que la une al Cajasol Juvasa hasta final de temporada. Con lo cual podría debutar ya este mismo domingo frente al Fachadas Dimurol.

"Intentaré demostrar que puedo hacerlo bien", asegura Rodríguez, siendo consciente que ahora todos los focos estarán puestos sobre una adolescente de 16 años en la máxima categoría. "Toda opinión es válida, cualquiera tiene derecho a opinar lo que quiera sobre mí", asume sin complejos. Con el regreso de sus padres a la isla, el panorama cambia mucho. Residirá en un piso del centro de la ciudad junto a otra compañera del equipo. Combinará entrenamientos en doble sesión diaria y seguirá estudiando a distancia con un programa que ya le adaptaron en el CTEIB.

Si alguien conoce bien a la perla de la cantera balear, ese es Ernesto Rodríguez. El laureado exjugador del Son Amar es ahora el máximo responsable del área de voleibol del Centre de Tecnificació Esportiva de les Illes Balears. El técnico captó a María en categoría alevín mediante el grupo de seguimiento. Tres años después ya es campeona de España infantil y cadete con la selección balear. "Tiene un currículum muy interesante para su edad", apunta Rodríguez, quien destaca "su alta capacidad en dirección de equipo con una madurez fuera de lo común a su edad".

El exinternacional reconoce que "es atípico su caso porque tal vez es más frecuente dar el salto a Superliga a partir de los dieciocho años". El exentrenador del Pòrtol valora positivamente que la joven colocadora recale en un club como Cajasol, que "busca combinar juventud y veteranía para asentarse en la categoría a largo plazo", agregando que "tienen una estructura fiable, muy organizada y no se sentirá abandonada".

"María ha sido siempre la capitana a pesar de ser muy joven. Tiene alma de líder, humildad y honestidad, logrando que las compañeras se contagien", destaca Rodríguez. Sobre el futuro de la joven promesa, augura que "en pocos años puede ser una jugadora importante porque tiene grandes cualidades", confiando en que "no se vea truncada por las lesiones". Del mismo modo, como formador, destaca que "a partir de los 19 años es cuando llegan los obstáculos de verdad, lo difícil llega con el mundo profesional", concluye.