Por si quedaba alguna duda, Australia es un territorio hostil para Nadal. El abandono en el quinto set ante el croata Cilic por problemas musculares en su pierna derecha es el cuarto en las antípodas de los ocho que ha protagonizado a lo largo de su carrera. En Australia se siente muy a gusto el número uno, calificando al primer grande del año como uno de sus torneos favoritos. Pero a la hora de la verdad, por un motivo u otro, siempre regresa cabizbajo de su aventura australiana.

Con su contratiempo de ayer, los buenos aficionados al tenis se acordaron de la traumática derrota en la final del Abierto de Australia de 2014, cuando un espasmo lumbar le dejó sin opciones de conquistar su segundo título ante el suizo Stan Wawrinka, al que había derrotado en los doce enfrentamientos anteriores. Nadal todavía lo recuerda como uno de los días más tristes de su carrera porque nadie dudaba de que alzaría lo que hubiera sido su decimocuarto título de Grand Slam. La lesión que le dejó incapacitado se la produjo en el peloteo. "Mi espalda se quedó clavada, he dado todo lo que tenía, era imposible ganar de esta manera", dijo en la rueda de prensa, con un semblante parecido al que mostró ayer.

No fue su primera lesión en el primer grande del año. Ya en 2010, en la defensa de su único título en Melbourne, tuvo que retirarse, también en cuartos de final, ante el escocés Andy Murray, por una lesión de rodilla cuando perdía 6/3, 7/6 y 3-0. "Hice un mal gesto y sentí un pinchazo", explicó un Nadal que en aquel momento estaba lejos de imaginar que 2010 iba a ser uno de los mejores años de su carrera, con la conquista de su quinto Roland Garros, su segundo Wimbledon y su primer US Open.

Dos años después, perdería su primera final en Australia ante Novak Djokovic, que ha pasado a la historia por ser la más larga de todos los tiempos, tras cinco horas y 53 minutos, superando la del US Open de 1988 entre el sueco Mats Wilander y el checo Ivan Lendl, ganada por este tras cuatro horas y 54 minutos. La imagen del manacorí y el serbio en la ceremonia de entrega de trofeos, ambos sentados porque no se aguantaban de pie, dio la vuelta al mundo. Nadal aún perdería una tercera final en Melbourne, la del pasado año ante Roger Federer.

En 2005, en el torneo de Aucland, abandonó en primera ronda ante el eslovaco Dominik Hrbaty por un dolor en el pecho cuando perdía 6/3, y dos años después, en Sidney, sufrió una contractura en el muslo derecho que le obligó a abandonar cuando perdía 6-5 ante el australiano Chris Guccione. Australia es el único grande que Nadal solo ha ganado una vez (2009), por los diez títulos en Roland Garros, tres en el US Open y dos en Wimbledon. El año que viene lo volverá a intentar, si le respetan las lesiones.