Al fin. El Atlético Baleares volvió a ganar. Un gol de Kike López al cuarto de hora de juego le valió los tres puntos a los blanquiazules ante el Formentera, que no lograban un triunfo desde el pasado 22 de octubre. Ayer la afición balear volvió a disfrutar de una victoria en casa, la primera de la temporada y vuelve a creer.

Los de Horacio Melgarejo fueron justos merecedores del resultado en Son Malferit. Dominaron el encuentro, no se durmieron en la línea defensiva y demostraron, pese a las numerosas bajas, que tienen argumentos suficientes como para no pasar apuros lo que resta de temporada.

Canario y Hugo Díaz volvieron a ser dos de los jugadores destacados del encuentro. El plus de agresividad que ha adquirido el equipo con estas incorporaciones se nota, y mucho, en la línea ofensiva del equipo.

El Formentera de Tito García Sanjuán no se amedrentó en ningún momento, plantó cara a los locales y también dispuso de alguna oportunidad para inaugurar su marcador, pero en los momentos decisivos no fue capaz de aprovechar las débiles ocasiones de las que dispusieron.

Lo más llamativo en la alineación de Melgarejo fue ver a Julio Delgado viendo el encuentro desde la banqueta. El equipo salió decidido y, al cuarto de hora, Kike López no perdonó de falta directa. El futbolista blanquiazul celebró con rabia su derechazo. Chechu, el guardameta del Formentera, evitó el 2 a 0 justo antes del descanso con dos paradas providenciales a dos potentes chuts de Hugo Díaz y Marcel.

En la segunda parte, el Formentera saltó al terreno de juego mucho más metido, aprovechando su velocidad en el ataque y atemorizando a los mallorquines que, incomprensiblemente, empezaron a temblar en demasía. En el 53, Kotnik obligó a Aulestia, desaparecido hasta el momento, a exhibirse bajo los tres palos.

La mejor oportunidad del Baleares la tuvo Marcel en el 71, tras una gran jugada de Biel Guasp por la izquierda que dejó sentado a tres jugadores rivales y que puso un balón franco al futbolista alemán en el centro del área. El esférico se fue rozando el palo derecho.

Con este resultado, el Baleares no logra abandonar el puesto de promoción de descenso de categoría, pero con 21 puntos, se coloca a solo dos del Llagostera, décimo quinto en la tabla. La victoria, más allá del empujón que les otorga en la clasificación, supone un golpe de autoestima para el cuerpo técnico y los futbolistas que, el domingo que viene, afrontan el importante derbi palmesano ante el actual líder del Grupo III de Segunda B, un Mallorca en horas bajas.

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