La vida sigue igual. El 2018 no ha reportado nada nuevo al Atlético Baleares. Desde la llegada de Horacio Melgarejo a la banqueta blanquiazul la imagen del equipo ha mejorado algo, pero no con ello los resultados. Los mallorquines volvieron a caer, en esta ocasión por goleada (3-0) ante el Villarreal B, y lo hicieron mostrando pequeños destellos en ataque y fallos garrafales en defensa.

El Baleares se mantiene en la décimo sexta posición de la tabla, empatado ahora a puntos con el Peralada, que sacó ayer unas tablas de Son Moix ante el Mallorca. Pese a no entrar en los puestos de descenso directo, la trayectoria y los números del equipo solo conducen a una categoría, la Tercera División.

Melgarejo sorprendió en la alineación inicial con Canario y Hugo Díaz en el once titular. La falta de pólvora en ataque es una evidencia a la que el técnico argentino intentó buscar solución poniendo de inicio a los dos fichajes invernales del club. Sus detalles en la delantera, sobre todo del primero, fueron la única lectura positiva de un duelo en el que el correctivo que le endosaron los locales fue algo excesivo.

La zaga blanquiazul es una fábrica de errores que ya condenó al equipo en la primera vuelta y, parece, lo seguirá haciendo en la segunda. Por suerte la dirección deportiva, capitaneado por Patrick Messow, está a tiempo de enmendar errores y buscar una solución que dé algo de equilibrio a la medular del equipo.

En la primera parte saltó al terreno de juego un Baleares que buscó inquietar al rival con balones lejanos. Pese a que la posesión del esférico pintaba amarilla, las mejores ocasiones llevaban firma blanquiazul. A la media hora del encuentro, Fullana abandonó el terreno de juego, en estado febril, y dejó su puesto a Julio Delgado.

El equipó se lanzó al ataque, pero la defensa, todavía de parón navideño, fue mera espectadora del primer tanto local. Dalmau recibió desde el centro del campo y picó la pelota con un pase precioso a Mario que la cedió por bajo a Darío. El delantero del Villarreal no perdonó ante Aulestia y adelantó a su equipo en el 39.

El jarro de agua fría llegó en el primer minuto tras la reanudación. Mario puso el 2 a 0 y diluyó toda esperanza del conjunto blanquiazul. La segunda parte fue de total dominio castellonense, con un Baleares que se limitó a no recibir una varapalo todavía mayor. El mallorquín Dalmau cerró el marcador con el 3 a 0, desde los once metros, en el minuto 63.

Con esta nueva derrota, los de Horacio Melgarejo no ganan desde el pasado 22 de octubre. Cuatro puntos de los últimos treinta posibles es el funesto bagaje que arrastra el equipo en las últimas jornadas. Desde la llegada del técnico argentino, las cosas han incluso empeorado en la tabla, sumando ante el Villarreal B su tercera derrota consecutiva. El próximo domingo, en Son Malferit, no se augura nada nuevo.