Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ciclismo

Cita de Olímpicos en El Toro

Los primeros ciclistas españoles que participaron en unos Juegos Olímpicos recordaron sus vivencias juntos en la isla

Miquel Martorell, Francisco Tortella, Biel Mora -hermano del fallecido Miquel Mora- y el vasco Jose María Errandonea. B. Amengual

Hay momentos en los que rememorar la historia despierta la nostalgia de que cualquier tiempo pasado fue mejor. En los Juegos de Roma 1960 fue la primera vez que el ciclismo español participó en una cita olímpica, con una destacada aportación mallorquina en la persecución olímpica.

Un grupo de corredores que recientemente se reunió en la isla, a excepción de Miquel Mora, de Porreres, ya fallecido. A la cita acudieron: Francisco Tortella Rebassa (Sineu, 1937 ), Miquel Martorell Pou (Lloseta , 1937 ) y el vasco Josema Errandonea Urtizberea (Irun, 1940 ). También Biel Mora, hermano del Miquel Mora, y Pedro Gayá Capó (Marratxí, 1937 ), quien a punto de subir al avión se le comunicó que no podía viajar por una dolencia cardíaca.

El ex ciclista profesional Toni Vallori, presidente de la Asociación de Ciclistas Veteranos de Balears, fue el artífice del encuentro de pistards olímpicos que compitió en la prueba de persecución por equipos. Y el encuentro tuvo lugar en el restaurante del ciclista Antonio Martínez, ‘el Pulga de Terrasa’, en El Toro, de Calviá.

En sus tiempos, el más versátil y con más triunfos del grupo de ciclistas mallorquines fue el sineuer Tortella. Corredor de gran prestigio nacional por sus innumerables éxitos en campeonatos y triunfos tanto en la categoría amateur como en la profesional.

Ganador de prólogo del Tour

En los Juegos de Roma, Tortella además de disputar la persecución olímpica -junto a Mora, Martorell y Errandonea- también participó en pruebas de velocidad.

Y a Josema Errandonea, al margen de por su experiencia olímpica, se le recuerda como gran contrarrelojista, ganador de una etapa prólogo del Tour de Francia y de la Vuelta a España.

En su animosa reunión trascendió que, según los ya viejos olímpicos, antes de viajar a Roma estuvieron un mes, aunque no se aclaran, preparando los Juegos de 1960 en la Casa de Campo de Madrid. Sin que nadie les diera instrucciones para sus entrenamientos, tuvieron que improvisar, ya que al seleccionador nacional “no se le vio”. “El seleccionador era Langarica y, si tenemos que decir la verdad, no lo vimos”, recuerda el sineuer Tortella.

Eran tiempos de vacas flacas en España y en Mallorca, por lo que comer todo lo que querían en el bufé de la Villa Olímpica de Roma hizo que alguno de ellos cogiera más peso de lo habitual. “Varem engreixar tots”, rememora con humor Miquel Martorell.

Pedro Gayá no viajó, porque “al subir al avión el delegado nacional de deportes, José Antonio Elola Olaso, me dijo que regresase a mi casa ya que no sabía si podría llegar , debido a que en un electro cardiograma me habían detectado una dolencia cardíaca”. “Yo me extrañé, porque no había estado tan bien nunca”, lamentó.

Miquel Martorell comentó que “debido a una caída de Miquel Mora en la prueba de clasificación, frente al equipo de Estados Unidos, se tuvo que repetir la serie y creo que acabamos los novenos y fuimos eliminados”.

Sobre su estancia en Roma, admitieron que salían “alguna vez” a pasear y visitar la ciudad. “No hacíamos nada más que pasear , teníamos que cuidarnos”, recuerdan. Y con risas de complicidad picarona admiten que conocieron a “algunas admiradoras”.

“Tuvimos mala suerte”

Errandonea, con residencia en la isla desde hace años, apunta en su versión que “Tuvimos mala suerte ya que nos enfrentamos a Estados Unidos y tuvimos la caída de Mora. Hubo que repetir la clasificación, pero sin contrincante en la contrameta. El tiempo no fue muy bueno y quedamos fuera”.

“Como yo no era especialista de pista me mandaron un mes a Mallorca para que tomara contacto con la especialidad. En la isla entrené y participé en varias competiciones hasta que nos fuimos a Roma”, detalla el vasco.

Biel Mora, en representación de su hermano fallecido, relató algunas anécdotas familiares sobre el pistard de Porreres. Como la de que su madre era la nodriza de Carlos March y que por eso vivían en la finca de s’Avallet , en Ses Selines. Por lo que en alguna publicación especializada en ciclismo al relatar la vida de Miquel Mora se ha localizado su nacimiento en el predio de s’Avall , cuando la realidad es que nació en Porreres en 1936 y falleció en Andratx el 2012.

“Por tanto el pueblo de Porreres tuvo en Miquel Mora a su primer deportista olímpico”, precisa el hermano menor del ciclista. Precisando que “es un reconocimiento que no se le debe negar” y lamentando que erroneamente en más de una ocasión se le ha adjudicado al campeón olímpico Joan Llaneras, mucho más joven que su recordado hermano.

Compartir el artículo

stats