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Análisis: Detrás de boscana no hay nadie, por Sebastià Adrover

Es triste tener que recordarlo, pero si Mallorca puede disfrutar de baloncesto profesional es gracias a un club con tradición y loco, tal y como están las cosas en lo económico, como el Bahía San Agustín. Ya debía verlo muy mal Xavi Sastre, un hombre con capacidad de resistencia en momentos adversos, para tirar la toalla con un equipo que ha diseñado él mismo. Le honra apartarse y entonar el mea culpa. Y por supuesto que el fracaso es compartido con Guillem Boscana y su junta directiva, pero las voces que apuntan a que el presidente también debería tirar la toalla son injustas, gratuitas y están fuera de lugar. Es cierto que el Iberostar no está sabiendo ocupar el hueco en la isla que le pertenece al baloncesto a nivel social y deportivo, algo de lo que es responsable, y que en su gestión hay errores, pero en esta isla no creo que haya mucha gente con capacidad para dar lecciones de cómo se tienen que hacer las cosas para llevar a un equipo de baloncesto a la elite con ´cuatro duros´. Esa es la clave de todo. Los que le precedieron -Patronat, Inca, Aqua Mágica- tampoco tocaron el cielo. Por eso es bueno que Boscana quiera seguir y que Mallorca siga teniendo LEB Oro, como mínimo. No hay que olvidar que detrás de él no hay nadie. ¿Alguien quiere ayudar? Pues eso.

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