Ningún club de España de fútbol sala tiene más abonados que el Palma Futsal. La cifra de 2.500 socios, de la que pueden presumir los mallorquines en la presente temporada, solo es igualada por Osasuna Magna Gurpea y está por encima de la que manejan los tres grandes. Un éxito del proyecto social de una entidad que está creciendo a pasos agigantados en todos los niveles y que aspira a ampliar todavía más esta cantidad, tal y como aseguró ayer su gerente, José Tirado, durante la presentación de la campaña de abonados de la segunda vuelta. "Esperamos hacer trescientos o cuatrocientos más porque nos ha llegado mucha demanda", subrayó orgulloso antes de confesar que siente que "se ha producido un fenómeno social" para explicar que cada temporada aumente el número de fieles.

Es imposible que el resto de equipos de Primera División no estén mirando de reojo a cómo trabajan en el Palau d'Esports de Son Moix. Sin ir más lejos, ElPozo Murcia o el Barcelona, a años luz en presupuesto y solera en este deporte, tienen dos mil, mientras que el otro todopoderoso, Movistar Inter, también ronda este número. El hecho de que los verde pistacho estén por encima de estos prestigiosos clubes, con decenas de títulos nacionales e internacionales en sus vitrinas, evidencia el calado que ha experimentado el fútbol sala en el último lustro en Mallorca. El Palma ha conseguido fidelizar a su masa social hasta el punto de que, cuando se mide a adversarios de la parte baja de la tabla, la entrada no suele estar nunca por debajo de los dos mil hinchas en las gradas.

El recién ascendido O'Parrulo de Ferrol posee mil quinientos abonados y el Cartagena, una de las sorpresas de la temporada, unos mil trescientos. Sin embargo, a partir de ahí los baleares doblan, como mínimo, el número de abonados del resto de equipos. El Naturpellet Segovia, que juega en una de las 'catedrales' españolas de este deporte, tiene mil doscientos cincuenta, mientras que el Santiago Futsal llega a los mil doscientos, según la consulta realizada por DIARIO de MALLORCA. Eso sí, hay que tener en cuenta que estas ciudades tienen sustancialmente menos habitantes que Palma y el conjunto de la isla.

El Jaén Paraíso Interior siempre saca pecho por su animosa afición, pero el hecho de jugar en un pabellón tan pequeño como el de La Salobreja apenas le deja vender 950 abonos. A partir de ahí, las cifras son mucho más modestas,como las que presenta el Levante, equipo de referencia en Valencia y que tiene 800. Por abajo de esta particular clasificación, el Gran Canaria apenas alcanza los 450, cinco veces menos que un Palma Futsal al alza.