La embarcación contra el cáncer 'Ocean Dream' alcanzó su destino en la isla de Martinica (Caribe) tras recorrer 4.000 millas desde Palma. El proyecto ha logrado recaudar más de 36.000 euros. Una vez cubiertos los costes del proyecto, el resto de las donaciones serán para la Fundación Cris Cáncer.

La tripulación, formada en sus distintas etapas por cinco mujeres que han superado un proceso de cáncer y se encuentran de alta o en fase de remisión, así como por dos hombres que también han sufrido esta enfermedad y una marinera profesional, completó su desafío en la tarde del pasado domingo, 17 de diciembre. Al tomar tierra en la isla de Martinica, procedente de la localidad de Mindelo (Cabo Verde), de donde zarpó el 4 de diciembre.

El reto de Ocean Dream se inició el 4 de noviembre en el Real Club Náutico de Palma. La travesía hizo escala en Andratx, Ibiza, Cartagena, Benalmádena, Lanzarote y Mindelo, antes de iniciar el cruce del Atlántico de este a oeste, que culmoinaría con la llegada a Martinica.

En el primer tramo, hasta las islas Canarias, la tripulación estuvo formada por Natalia Enseñat -impulsora del proyecto-, Elena Piña, Mónica García y Caterina Massutí, quien fue relevada por Belén Camps en Lanzarote. Completaron el equipo César Enríquez -capitán-, el regatista Eduardo Horrach y la marinera profesional Helena Alegre, esta última entre Cartagena y Canarias.

Belén y Natalia, las dos tripulantes mallorquinas que terminaron la travesía en Martinica, llegarán hoy a Palma, a las 19:30 horas, en un vuelo procedente de París. Ambas aseguran haber vivido "una experiencia única" y confían en que el proyecto 'Ocean Dream' haya contribuido a "dar visibilidad al cáncer y demostrar que se le puede vencer".

Belén Camps expresó qué ha significado la experiencia para ella: "Hemos vivido momentos únicos que nunca podremos olvidar. Hemos contemplado atardeceres y amaneceres que sólo el océano puede ofrecerte; y hemos dado asistencia a un navegante solitario -Darío Noseda- que se había quedado sin comida cuando realizaba la travesía de Canarias al Caribe".

Elena Piña también quiso hacer hincapié en el inesperado final que les deparó la aventura: "No hemos podido tener mejor cierre de proyecto. Llegando a nuestro destino logramos ayudar a un luchador, a un superviviente en busca de un sueño, igual que nosotras".

Para Natalia, "lo más importante" es haber visto convertido en realidad "un proyecto que al principio parecía imposible" y en que han conseguido implicar a empresas solidarias y personas que han hecho sus donaciones para llevarlas hasta Martinica y recaudar fondos para la investigación del cáncer.