La nieve que ha caído a principios de este diciembre es una de las mejores maneras de dar la bienvenida a la Navidad. Aunque no seamos conscientes del todo, el hecho de que la magia blanca caiga a escasos kilómetros de nuestras casas nos hace activar y ejercitar nuestros cuerpos. Siempre se ha dicho que Mallorca lo tiene todo: ciudad, pueblo, sol, playa, pero también montaña.

Este último aspecto sirve de escenario idóneo para que los copos de nieve se conviertan en una estampa gélida donde, a través de los caminos y los árboles, las familias puedan disfrutar de un día especial y dinámico. Esta vez la nieve sirve de excusa para ascender a la Serra de Tramuntana, un entorno que alberga el contexto ideal para disfrutar de la naturaleza y hacer ejercicio a la vez. Con amigos, con familiares o solos. Solo hacen falta unas buenas botas, ropa cómoda y ¡a la aventura!

Aunque suena tentador perderse por la montaña, no hay mejor manera de aprovechar cada paso que con un guía. El trato personalizado de un especialista con experiencia y conocimientos en la materia hace de los trayectos rocosos una práctica enriquecedora.

Quico Cabrera, presidente de la Associació de Tècnics i Guies de Muntanya de Balears, destaca el cuidado del cliente. El interesado se pone en contacto con el guía, "y nosotros nos adaptamos en la medida de lo posible a la demanda, ofreciendo profesionalidad, seguridad, permisos y una interpretación del medio", enumera. Los guías forman a la gente en la montaña.

Una práctica versátil

Dentro de todas las posibilidades de un guía, el senderismo es la disciplina más ecléctica que puede ofrecer. Lo pueden practicar todo tipo de públicos y, a diferencia de otras disciplinas, se puede realizar en cualquier época del año. Esta práctica es también una manera de aprender mediante el deporte. Y en un lugar privilegiado. "Qué decir de la Serra de Tramuntana. Es un privilegio poder contar con un escenario así en la isla. Puedes practicar deporte de cero a más de mil metros con una facilidad enorme", comenta Cabrera. Y a pesar de eso, los mallorquines somos los que menos solicitamos los servicios técnicos de un guía. El presidente de la asociación de guías destaca la demanda mayoritaria de clientes extranjeros. Alemanes, ingleses, franceses... "Los mallorquines suelen optar por adherirse a clubes de montañismo o ir por libre", afirma.

Ese "ir por libre" siempre es una opción, pero no la más indicada para crear una buena harmonía en la Serra. El 90 por ciento del territorio montañoso es de propiedad privada. Eso quiere decir que es muy probable que cuando decidimos adentrarnos de aventura entre los árboles estemos pisando un terreno particular. La ventaja de ir con un guía es que ya hay un previo acuerdo con el titular y se respeta esa invasión con todas las medidas necesarias adoptadas. "Además, existe una compenetración entre el propietario y el guía. Al conocer el espacio, podemos avisarle de desperfectos o de cualquier tipo de incidente con el fin de preservar el entorno", añade Cabrera.

La cooperación también se extiende a los órganos públicos y las instituciones, con los que llevan a cabo campañas por preservación, cuidado y buenos hábitos en la montaña con carteles instructivos y lúdicos.

Sin duda el senderismo con guía es una de las actividades más interesantes que se pueden llevar a cabo en la Tramuntana. El ejercicio, el conocimiento y la satisfacción de haber llegado al punto que te propongas es la mezcla perfecta para disfrutar de la naturaleza autóctona como desees. No entiende de público ni de una gran preparación previa, ya que se amolda a cada una de las situaciones y personas. Tú decides cómo te adentras en nuestras montañas, pero un compañero de viaje como un guía te garantiza una experiencia única.