Marcos Dreyer compareció ayer ante los medios en la previa del encuentro de mañana (17:00) ante el Mediterráneo de Castellón en Son Moix pronunciando un discurso muy ambicioso. "No esperaba, en estas fechas, estar hablando de poder lograr la décima victoria consecutiva en Liga", admitió ante los periodistas. "El año pasado sufrimos problemas al principio y, dentro de la suerte que hemos tenido, ahora regresa la presión de ser líderes", reflexionó el brasileño. "No hemos perdido en Son Moix esta temporada y queremos cerrar un año perfecto sin hacerlo en Palma", destacó el técnico del líder de la Superliga Masculina. Y es que el Urbia Voley Palma lleva desde su ascenso a la máxima categoría contando por victorias sus encuentros como local. Son un total de dieciocho si contamos los once de fase regular en el Germans Escales, otros tres en PlayOff -ya en Son Moix- y cinco más en el presente curso.

Por otra parte, quien todavía no tiene el alta médica es Nico Ronchi. El opuesto uruguayo sigue afectado en un ligamento del tobillo y podría ser baja por tercera jornada consecutiva. Dreyer no quiere arriesgar. "Si participa ante el Castellón será porque la recuperación va muy bien, pero le necesitaremos, sobre todo, en el partido de Soria". Una de las claves del buen estado del Urbia Palma está siendo el rendimiento colectivo como equipo. Renzo Cairus, por su parte, destacaba como clave "la ilusión de poder dar lo mejor de nosotros en cada encuentro y sentirnos un equipo más conjuntado". El receptor nacido en Montevideo reconoció la intención real del vestuario de "poder terminar la primera vuelta como invictos".

Preguntado por la delicada situación de los recortes en las subvenciones del Govern, Dreyer no escondió que "sin conocer todavía la magnitud", les afectará en el presupuesto. Aunque quiso ser optimista y espera que "los planes de futuro mejoren la situación y las ayudes a los clubes de elite compensen".