Luna Sobrón ha entrado de lleno en la historia del golf femenino español al lograr el pasado domingo en el campo LPGA International Golf Drive de Daytona Beach (Florida) una de las veinte tarjetas completas para disputar el circuito de la Ladies Professional Golf Association en 2018.
A Sobrón, que dio sus primeros golpes a los tres años junto a su padre, se le abre un nuevo panorama en su carrera deportiva, mucho más exigente que el que ha vivido hasta ahora, centrado en el circuito europeo. La dura temporada que se le presenta, con una treintena de torneos en el circuito americano, además de su participación en el circuito europeo, le va a obligar a pensar en trasladar su residencia a Estados Unidos.
Entrenada por su padre, Marcos, y acompañada en todo momento por su caddie Jesús Mozo, Luna Sobrón necesita un patrocinador para hacer frente a la temporada. Hasta ahora ha recibido 18.000 euros de la Federación Española y una cantidad menor de la Madrileña, que unido a las ganancias obtenidas en el año que acaba, unos 28.000 europor su participación en seis torneos del circuito europeo, le ha permitido completar la temporada sin excesivos agobios.
El hecho de que gran parte de la temporada la deba disputar en Estados Unidos obligará a su padre y entrenador a viajar más de lo habitual. "Soy profesor del Golf Puntiró y mi trabajo es dar clases. Pero la apretada agenda de Luna me obligará a trasladarme más de una vez para estar con ella", apunta el progenitor de la golfista.
Sobrón, que hoy vuela a Dubai, donde mañana inicia el torneo del Tour europeo, estuvo tres años en la Residencia Blume de Madrid. Cuando la abandonó, con 19 años, inició la carrera de Administración de Empresas, aconsejada por su padre. "En el deporte nunca sabes lo que va a pasar. Si no estudiaba no la dejaba jugar", apunta Marcos, que se reencontrará con su hija el próximo día 18, cuando regrese de sus compromisos internacionales. "Descansará un par de días o tres y entrenaremos aproximadamente un mes para preparar la temporada", señala su entrenador.
Luna asegura que "soñaba desde hace mucho tiempo" con entrar en el circuito americano. "El año pasado no estaba bien con el swing, pero este año en cada torneo me he encontrado mejor", comenta a DIARIO de MALLORCA desde Miami, a punto de tomar un avión con destino a Dubai, penúltimo torneo del año que cerrará en Guinea Ecuatorial.
"Tengo que organizarme con respecto a la próxima temporada", afirma Sobrón, que asegura convencida de que "no es factible" cubrir todo el circuito americano sin un patrocinador. "Te obligan a contar con un caddie, y esto es mucho dinero", subraya la golfista, que lamenta que su compañera y amiga Nuria Iturrios no se haya clasificado para el circuito americano: "Esto es un deporte individual y ya me ha pasado otras veces, que otras compañeras se han clasificado y yo no".
Su equipo lo componen ella misma y su caddie Jesús Mozo. "Me lo paso muy bien", admite la mallorquina, que se relaciona con otras jugadoras y con los caddies, formando una piña.
Luna Sobrón, designada rookie del año en 2016, ha cuajado notables actuaciones esta temporada, con una undécima plaza en Abu Dabi, donde consiguió el récord del campo con -10, duodécima en el Open de España y décimo tercera en India. Con su presencia en el circuito americano une su nombre a los de Azahara Muñoz, Carlota Ciganda, Beatriz Recari, María Parra y Belén Mozo.
