El Arenal responsabiliza de los incidentes ocurridos el pasado domingo en el campo de Son Verí (Llucmajor), en el partido de infantiles de Segunda Regional, grupo G, entre el equipo local y el Independiente Camp Redó, al comportamiento de un solo padre de un jugador del Arenal, que acabó siendo expulsado del recinto.

El club de Llucmajor celebró en la noche de ayer una reunión en la que tomaron parte directivos, padres y jugadores. El coordinador de la entidad instó a los chavales, de entre 12 y 13 años, que deben mostrar una actitud correcta en el terreno de juego, y a los padres que debe primar la deportividad por encima de todo.

"Todo empezó con una disputa entre dos jugadores", explica a este diario Kike Ogazón, directivo del Arenal. "El árbitro enseñó tarjeta a un jugador del Independiente, y algunos padres aplaudieron, lo que provocó el enfado del jugador amonestado, que se dirigió de malas maneras al sector de donde procedían los aplausos. Fue entonces cuando el colegiado se dirigió a la delegada para que estuviera en alerta con la actitud del jugador del Independiente", resume Ogazón sobre lo que vivió en el campo.

El acta del partido, firmado por el árbitro Isaac Gutiérrez Rodríguez, reflejó lo acontecido: "En el minuto 25 decido parar el partido un minuto debido al nerviosismo que existe en la grada y los gritos hacia los jugadores, llegando a hacerlos llorar. En ese momento y con la fuerza pública en las instalaciones del club le comunico al cuerpo técnico del Arenal que por favor la fuerza pública se dirija a la grada, a la zona de conflicto. Una vez apaciguados los ánimos decido continuar el encuentro".

Gutiérrez Rodríguez se refiere a continuación al comportamiento de un aficionado local que resulta ser el padre de un jugador del Arenal: "En el minuto 44 un aficionado del Arenal reincide con las protestas hacia un jugador del Independiente, llegando este a llorar sobre el terreno de juego. La fuerza pública se marchó en el descanso y en ese momento decido volver a parar el partido. Comunico al delegado de campo que se les vuelva a llamar o, si no, no seguiría pitando. En ese momento -continúa- y gracias a la ayuda del cuerpo técnico del Arenal y la dirección del club local se consigue echar a dicho sujeto".

Ogazón da la razón al árbitro y critica de forma rotunda el comportamiento del espectador con los jugadores del Independiente. "Yo vi lo que pasó y este padre es un sinvergüenza", afirma sin tapujos, dejando claro que la actitud del resto de padres de los chicos del Arenal fue correcto en todo momento.

El Comité de Competición de la Federación de Fútbol de les Illes Balears (FFIB) decidió ayer imponer una multa simbólica de quince euros tanto al Arenal como al Independiente, a la espera de si el Comité de Antiviolencia entra de oficio en el tema.