Un golazo de Griezmann, con un remate formidable de media chilena, sostuvo la fe del Atlético de Madrid en la Liga de Campeones con un triunfo esencial contra el Roma, completado por Kevin Gameiro, para seguir vivo en la pelea por los octavos, pero todavía sin depender de sí mismo.

Aún necesita una combinación de resultados, que pasan por su victoria en la última jornada frente al Chelsea en Stamford Bridge y al menos un empate del Qarabag en el estadio Olímpico de Roma, para avanzar a la siguiente ronda del máximo torneo europeo. Aún difícil, pero no imposible. Mientras tanto, ya ha asegurado la Liga Europa.

Una última ocasión para la ambición del Atlético, que ayer ni esperó ni dudó cuál era el camino. Después de tres empates y una derrota en cuatro jornadas, al borde de la eliminación, sólo valía la victoria. No había términos medios, menos aún con lo sucedido unas horas antes en Baku: el 0-4 del Chelsea al Qarabag.

Inconformista y vertical

Jugó con esa vocación el conjunto rojiblanco, aún con sus déficit de precisión, aún con su inseguridad en determinados momentos, aún sin el desborde que ha demostrado muchas veces, pero sí con presión, con intensidad, con despliegue físico, con inconformismo y con verticalidad.

Y la única fórmula era ganar al Roma, que le creó los mismos problemas que se provocó él mismo, cuando el Atlético cometió errores en su salida de balón, unos cuantos al principio.

Todo dentro de un duelo competido, peleado, en el que el Atlético se expuso más que el Roma. Y su insistencia tuvo premio, con un golazo de Antoine Griezmann, tas una combinación entre Torres y Correa, con una increíble media chilena con la que culminó la mejor jugada del choque de los rojiblancos. Punto y final a ocho partidos consecutivos sin marcar. Punto y final a los pitos para el francés. Y un impulso para el Atlético, que completó la victoria con el tanto del 2-0 a cargo de Kevin Gameiro, a pase también de su compatriota, y que mantiene la fe de los colchoneros a falta de la última jornada, de la última oportunidad: ganar en Londres y esperar un tropiezo del Roma.