Si el director deportivo Patrick Messow es consecuente con sus palabras, el de ayer fue el último partido de Armando de la Morena en el banquillo del Atlético Baleares. El conjunto mallorquín no pudo pasar del empate ante el Ontinyent en El Clariano y acumula su quinta jornada consecutiva sin conocer la victoria. Los blanquiazules suman diez puntos de los últimos 33 posibles, un único triunfo en los últimos once enfrentamientos y se encuentran a un solo punto de la promoción de descenso que marca el Peralada.

El crédito de De la Morena se ha ido consumiendo con el paso de las jornadas. Hoy el presidente del club, Ingo Volckmann, mantendrá una reunión con el director deportivo en la que se da casi por hecho la destitución del técnico madrileño. La presencia de Andrés Palop en las gradas de El Clariano, que suena en las últimas horas como posible sustituto del madrileño, acrecienta más si cabe las dudas sobre el futuro del excolchonero.

Las lesiones, la mala suerte, el desacierto e incluso la prensa han sido solo algunos de los pobres argumentos que ha utilizado De la Morena para justificar los resultados de su equipo, un conjunto que, sobre el césped, ha mostrado poco fútbol, mucho desconcierto y méritos más que suficientes para estar encallados en la décimo quinta posición, a un solo punto de los play-out de descenso. Ayer, en Ontinyent, el Baleares puso poco de su parte para llevarse el partido. Durante la primera mitad del encuentro apenas se le vio sobre el terreno de juego y las mejores ocasiones llegaron por parte de los locales. En el 24, Rubio lo intentó con un chut desde fuera del área que golpeó al palo. En el 37, Carrasco remató en el primer palo un córner, pero la pelota se fue rozando el poste.

Los blanquiazules casi no gozaron de ninguna oportunidad en los primeros 45 minutos, meros espectadores de un encuentro que, por suerte, llegó al descanso con empate a cero en el marcador. En la segunda parte el guion del enfrentamiento no varió en exceso. Los cambios animaron el duelo y solo en los últimos instantes el Baleares se volcó al ataque y obligó a Álvaro Campos, guardameta del Ontinyent, a exhibirse en contadas ocasiones.

Fullana dispuso de la mejor oportunidad en el 70, con un lanzamiento de falta que se fue al larguero. En el 88, Kike obligó nuevamente a Campos a realizar un estirada gracias a un chut desde fuera del área. Con ese baremo se llegó a los 90. Una exhibición que resume el devenir de lo que ha sido este inicio de temporada con Armando de la Morena.

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