Diario de Mallorca

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Minuto 91

Las diferentes caras del último minuto

Abdón Prats celebra su gol al Valencia Mestalla.

Mallorca y Atlético Baleares vivieron ayer las dos caras del último minuto, la de la alegría y la decepción. Sonrió una semana más el equipo de Vicente Moreno gracias al gol, golazo mejor dicho, de Álex López, que hizo justicia al mejor partido de los rojillos sobre un Valencia Mestalla que llegaba con la vitola de máximo goleador pero que apenas llegó al área de Reina. A la espera de lo que ocurra en la fase de ascenso, a la que el equipo debe llegar como primero de su grupo -saca ocho puntos al segundo, Elche-, al Mallorca se le está quedando pequeña la categoría. Es el poder del dinero, que aquí sí, marca la diferencia en el terreno de juego.

La decepción fue, una vez más, para el Atlético Baleares. Cuando ya saboreaba un punto que se daba por bueno, y más ante uno de los rivales con mayor solera, llegó el mazazo, el gol en el minuto 93 que no dejaba tiempo para la reacción. Que el vestuario del conjunto blanquiazul es un polvorín no es un secreto para nadie. Armando de la Morena, dicen que una gran persona, no está sabiendo manejar a su grupo de jugadores, y algunos se les están yendo de las manos. Las miradas apuntan a Xisco Hernández, a quien más de uno en el club tiene entre ceja y ceja. El primero, el entrenador, que ayer le castigó con el banquillo cuando tiene calidad de sobra para figurar en el once. La pregunta que se hacen ahora todos los balearicos es hasta cuándo durará la paciencia de los dirigentes blanquiazules con su entrenador, que presenta unos números desoladores para un equipo creado para luchar por meterse entre los cuatro mejores.

La primera alegría de la semana para el Mallorca la dio su propietario, Robert Sarver, que abonó los últimos seis millones de euros que quedaban por pagar a los acreedores del concurso, entre ellos el Athletic por el traspaso de Aduriz. Ha llovido. Pero ya dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena. El movimiento de Sarver es vital para el presente y futuro de la entidad, que parece asegurado. Falta por liquidar la deuda con Hacienda, de unos 17 millones de euros. Pero esta es otra historia.

La pésima costumbre de escribir en las redes. No por los deportistas, que están en todo su derecho. Pero sí por los familiares de estos, que se arrogan unas prerrogativas que no les corresponden. Esta semana ha habido dos ejemplos. El de Theo, hermano de Griezmann, delantero del Atlético de Madrid, que critica en un demoledor tuit el planteamiento de Simeone. Además de hacerle un flaco favor a su hermano, es una falta de respeto hacia el entrenador y los futbolistas. La segunda metedura de pata la ha protagonizado la pareja de Zaza, delantero del Valencia sustituido al final del partido ante el Leganés. Buena parte de culpa de lo que pasa es de los protagonistas, porque solo en sus manos está que este sinsentido no se vuelva a producir.

De nuevo la rodilla está amargando a Nadal el final de temporada. Si ya jugó mermado en Shanghái, las molestias se han vuelto a producir en París-Bercy, obligándole a abandonar cuando se disponía afrontar los cuartos de final. El número uno es seria duda para la Copa de Maestros, uno de los pocos títulos que le faltan, que comienza el próximo día 12. Las palabras del tenista, en el sentido de que piensa más a largo plazo para alargar al máximo su carrera, suenan a que no disputará la cita en el O2 Arena. Una lástima, pero será la mejor decisión porque el tenis no se acaba en el torneo de Maestros. Tiene nuevos retos por delante y solo los conseguirá si la salud le responde.

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