Sobre su décima victoria de la temporada Joan Mir confesó que, desde que se apagó el semáforo para salir, "ya pensaba que debía tener paciencia para aprovechar mi excelente ritmo con neumático gastado".

El piloto mallorquín volvió a demostrar su dominio en el Mundial a pesar de haber sentenciado ya el título en Australia. A falta de una carrera destacaba que irá a Valencia "a pasarlo bien" destacando que, cuando vivió su primera pelota de partido en Japón, "quería conquistar el título cuanto antes para poder correr libre, suelto y feliz las últimas carreras. No pudo ser en Motegi, lo conseguimos en Phillip Island y, ahora, aquí, hemos disfrutado de un triunfo muy divertido, así quiero hacerlo en Cheste, pero todo el mundo ha dado muchas vueltas en aquel trazado".

Tras igualar a Gresini y Márquez, al campeón del mundo se le abre la posibilidad de hacer lo propio con las once coronas del italiano Valentino Rossi. Sobre esta cuestión no escondió que le "encantaría igualarle, ¡vaya meta! consiguiendo once victorias, pero no pienso obsesionarme con ello. No es mi objetivo, de verdad. No me quiero meter presión. Sin ella funciono a las mil maravillas y así quiero seguir. Si la cosa se pone bien, lo intentaré, por supuesto. Pero, insisto, vamos a divertirnos y a hacer feliz a la gente", sentenciaba el piloto que pondrá punto y final a su etapa en Moto3 para dar el salto a la categoría intermedia del Mundial en 2018.