"¿Qué animal/cosa vuela a la misma altura que un avión y puede causar esto?". La pregunta, mezcla de sorpresa y de alivio por lo que afortunadamente no pasó, junto a la fotografía del morro del avión tras desembarcar, la publicó el mallorquín Alex Abrines desde la misma pista del aeropuerto de Chicago tras acabar un vuelo que pudo acabar en tragedia.

Los Thunder de Oklahoma habían jugado la noche del viernes en Illinois, en donde perdieron por 119-116 (jugó ocho minutos, pero no encestó ni capturó rebotes ni dio ninguna asistencia) en la pista de los Minnesota Timberwolves, y nada más acabar el partido viajaron con destino a Chicago, para jugar ayer sábado con los Bulls.

Toda una rutina en la NBA, competición en la que los equipos viajan continuamente y los jugadores están acostambrados a tomar varios aviones cada semana. Pero esta pasada madrugada el vuelo de los Thunder pudo acabar muy mal, ya que "alguna cosa" impactó con la aeronave en pleno vuelo. Afortundamante, sin más consecuencia que el susto y el arreglo de chapa y pintura.

"¿Supongo que hemos chocado con algo? A 30.000 pies de altura...", escribió Josh Huestis, compañero del jugador mallorquín en su Twitter. No fue el único, e incluso alguno, como Steven Adams fue más allá y solicitó una explicación: "Hola @NASA @neiltyson @BillNye Tuvimos un vuelo difícil por decir lo mínimo. 30.000 pies sobre el suelo. Volando a Chicago. ¿Qué causó esto?". El texto también fue acompañado por una foto de la parte frontal del avión.

Como todo quedó en un susto, no faltó quien bromeó con Abrines sobre lo sucedido. Así lo hizo el ala-pívot Juancho Hernángomez, jugador de Denver Nuggets y compañero del mallorquín en la selección española: "Tío si no sabes tirar a canasta y tiras piedras no apuntes al avión".