El Palma Futsal impuso su hambre de victoria para someter y golear al Gran Canaria. Con ese objetivo se hizo dueño y señor del choque desde el inicio, sin dar opción de reacción a los visitantes.

Un dominio arrollador que permitió al conjunto mallorquín recibir su primer premio en forma de gol en el minuto nueve. Eloy Rojas sacó un saque de esquina que Diego Quintela, de primeras, convirtió en un gran gol.

Con ventaja en el marcador, el Palma no se conformó y buscó con insistencia su segundo tanto. Primero con disparo de Joselito que se estrelló en la madera. Posteriormente el gaditano anotó el tanto del 2-0, con un colocadísimo disparo cruzado.

Sin embargo, en la primera llegada peligrosa del Gran Canaria los mallorquines se complicaron el partido. Gonfaus se quedó solo ante Carlos Barrón y el pívot definió a la perfección para recortar distancias (2-1). La reacción local fue inmediata y David Pazos devolvía la tranquilidad con un excelente disparo que se colaba por la escuadra de Igor García (3-1).

Tras el descanso el Palma dominó la posesión, aunque sin la claridad y profundidad de la primera mitad. Su solidez en defensa le permitió no pasar por mayores apuros, lo que llevó a Barrón a no aparecer hasta el minuto nueve, ante un gran disparo de Ayose.

Cuando parecía despertar el Gran Canaria el Palma tomó de nuevo las riendas del juego, acosando la portería rival con disparos lejanos a los que respondía muy bien Igor García.

Tal fue el acoso de lo locales que en uno de sus múltiples ataques al marcó del Gran Canaria llegó el gol de la tranquilidad del Palma. Coincidió con una jugada en la que Joselito fue el encargado de servir un saque de esquina a Eloy Rojas, quien aprovechó para pegar un zapatazo de primeras que sorprendía al meta rival (4-1).

El nuevo tanto noqueó a la escuadra canaria que volvía a sucumbir al dominio pistacho que seguía probando a un Igor que firmó paradas de todos los colores.

Eso sí, naada pudo hacer el guardián del Gran Canaria al disparo de Lolo que sorprendió a los rivales con un chut sin prácticamente espacio y que se colaba en la red. Ni al potente disparo cruzado de Maico, que ponía el 6-1 definitivo en el marcador. A pesar de la importante diferencia, el técnico canario, Suso Méndez decidía poner portero-jugador para tratar de reducir distancias.

Los más de 2.000 aficionados que asistieron a Son Moix disfrutaron con su equipo en un excelente partido que permitió a los hombres de Vadillo volver a saborear las mieles de la victoria y de un ambiente de fiesta en el Palau.