No hay manera. El Atlético Baleares no gana en casa. Se le ha atravesado Son Malferit cuando no hace demasiado tiempo era una garantía de éxito porque los rivales caían en las características del campo federativo que usan los blanquiazules.
Ahora las cañas se han vuelto lanzas. Dicen algunos que la causa está en que el equipo está confeccionado para recintos mejores, mientras que otros apuntan a que hay más equipo que entrenador. Y ya surgen las dudas por donde siempre, por el banquillo.
No acierto a creer que esa sea la causa o la de mayor porcentaje, pero está claro que a este equipo algo le pasa cuando de local ha resuelto sus partidos con cuatro empates y una derrota, es decir, 4 puntos de 15.
Los nervios no son buenos consejeros pero las ratificaciones siempre son la antesala de lo contrario. Cosas del fútbol y de la gente del fútbol.
Quizá visitar ahora al colista sirva de bálsamo porque de lo contrario?
En el otro barrio, todo va como una seda. El Real Mallorca es un equipo de autor, y ese es Vicente Moreno, un entrenador que ha decidido desde un principio ordenar al equipo, después ponerlo a funcionar y finalmente ganar partidos uno detrás de otro.
El Mallorca es tan práctico, que el domingo, como otras veces, primero ha resuelto el marcador y luego ya se ha dedicado a gestionarlo sin desgastarse demasiado, que esto es muy largo. A los 15 minutos ya le ganaba al Ebro por 0-2 en un campo más pequeño aún que Son Malferit, y a partir de ahí, a vivir de rentas.
Y las rentas son 25 puntos de 27; no conoce la derrota; no encaja gol fuera de casa; al segundo le lleva cuatro puntos y al tercero siete.
La próxima jornada, tenemos partido estrella: Mallorca-Villarreal B, mientras que el Atlético Baleares visita al colista, que no sabe lo que es ganar, en su caso ni en casa ni fuera. Veremos.
