Los clubes integrantes de LEB Oro, entre los que se encuentra el Iberostar Palma, reunidos ayer con la Federación Española de Baloncesto, acordaron ratificar su posición -con la única excepción expresa del FC Barcelona Lassa B- en la defensa de las condiciones de competición aprobadas por unanimidad en la Asamblea General de la FEB del pasado mes de julio.

Dichos clubes no valoran en este momento ninguna posibilidad que no pase por el mantenimiento de los dos ascensos, con dos descensos, que determinaron como firmes para la temporada 2017/18 tras la votación del pasado verano. Los miembros de LEB Oro remarcan, además, la ilegalidad que podría provocar un cambio de las condiciones que regulan la competición una vez comenzada su disputa.

Durante su encuentro de ayer, los clubes de LEB Oro destacaron su determinación por mantener a largo plazo los dos ascensos conseguidos para esta temporada, que terminan con una situación de bloqueo que se había extendido durante los últimos años y dotan de sentido su competición. Además, los representantes de las 17 ciudades implicadas en este comunicado remarcaron su deseo de condicionar cualquier proceso de negociación futuro a unos principios de estabilización de la competición para un periodo de años que haga suficiente el esfuerzo de todas las partes, convierta en rentable la aportación de sus patrocinadores y consolide tanto el soporte de los aficionados como la cobertura de los medios de comunicación.

Propuesta alternativa

Los cuatro clubes representantes de la LEB Oro se han comprometido a iniciar un proceso de trabajo para crear una propuesta alternativa que cumpla con las necesidades de todas las partes implicadas, y sea capaz de generar un horizonte de estabilidad para el baloncesto español. Finalmente, los clubes de LEB Oro acordaron solicitar una reunión con el presidente del Consejo Superior de Deportes para poder exponerle su situación en persona.

En las últimas temporadas, los equipos que se habían ganado el ascenso a la ACB en la pista, no pudieron lograr su objetivo al no poder cubrir el elevado cánon que exigía la Federación Española. El caso más paradigmático fue el del Burgos que, hasta en tres ocasiones, vio frustrado su derecho a jugar en la máxima categoría del baloncesto español. Esta temporada se ha acabado con esta anómala situación.