Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Cati Pol: "El Cide necesitaba 15.000 euros para subir, nadie apostó por nosotras"

La nueva técnica del JS Hotels reivindica el esfuerzo que realizan sus jugadoras sin obtener nada a cambio

Cati Pol: "El Cide necesitaba 15.000 euros para subir, nadie apostó por nosotras"

No hace ni una semana que empezó la Liga. Este año se estrena en el papel de entrenadora ¿Cómo se maneja en esta nueva faceta?

Bueno, hace unos años cuando estudiaba INEF, ya llevé un equipito escolar de voleibol, pero no era lo mismo. Hasta hace muy poco yo era jugadora y nunca me había propuesto dirigir un equipo. Hace una temporada que dejé de jugar y creo que este año había llegado mi momento.

¿Cómo le han recibido sus excompañeras de equipo?

Ellas saben que para mí esto es todo un reto. Estoy inviertiendo muchísimas horas de trabajo, no imaginé que fuera tan complicado preparar los partidos. La verdad es que las compañeras me han recibido con muchísimo respeto. Quiero que todas nos sintamos cómodas porque sé que podemos hacer grandes cosas.

Al menos se estrena como técnica en un equipo que ya conoce muy bien.

Sí, he pasado muchos años aquí. A los 17 años me fui a Barcelona a estudiar INEF y allí me fichó un equipo y estuve jugando en Juvenil y División de Honor, que antiguamente era la máxima categoría. En 2004 regresé a la isla y jugué en Algaida y después ya empecé en el Cide, desde 2005. Estuve nueve años, mi última temporada fue la 2015/16 y, visto lo visto, escogí el peor año para retirarme, porque lo que hizo el equipo la temporada pasada fue una pasada.

¿Qué queda del equipo que labró el ascenso a la máxima categoría del voleibol femenino?

Quedar, quedar, queda poco. Repetir lo del año pasado creo que es imposible, partiendo de que ocho jugadoras que estaban la campaña pasada, este año no están. Cuatro de ellas eran receptoras y en el voleibol toda pasa por la recepción. De todas formas, estamos trabajando mucho para intentar mejorar en todas las facetas que podamos.

El año pasado jugaban con el 'hándicap' de ser uno de los equipos más bajitos de la categoría. ¿Siguen con el mismo problema?

(Ríe) Este año somos más bajitas aún que el año pasado, la temporada pasada la media era mucho mejor. Al final para contrarrestar ese 'hándicap' lo único que podemos hacer es trabajar muchísimo la defensa, porque sabemos que en el bloqueo nunca vamos a conseguir grandes resultados, pero sí que tenemos que esforzarnos mucho en el trabajo de defensa y que todo el mundo esté en el sitio.

Si se han ido ocho jugadoras, habrán tenido que realizar bastantes incorporaciones.

Sí, bastantes. Contamos con una nueva colocadora, que es brasileña y ya lleva aquí muchos años residiendo y también jugó varias temporadas en el Cide. Además, ha venido también Carmen Castaño de Extremadura; Maria Antonia Pocoví, que el año pasado no jugó por maternidad; Mireia Pons, que se ha vuelto a enganchar; Victoria Pizá, que viene del Bunyola y la segunda líbero que estaba jugando en Primera Balear y ha subido al equipo.

¿Se han impuesto algún objetivo esta temporada?

Es un equipo en el que han cambiado muchas cosas. Acaba de empezar la Liga y es muy difícil imponerse objetivos. Hay que ver aún cómo reaccionan las chicas. Por ahora no quiero ponerme metas. Después de la excelente temporada que se hizo el año pasado, repetirlo es casi imposible, lo sé yo y lo saben las jugadoras. Eso sí, mantener la categoría no tendría que ser un problema este año.

La mayoría de jugadoras son gente que compaginan su trabajo con esta afición ¿Cuánto tiempo les roba el voleibol?

Las chicas entrenan martes, jueves y viernes dos horas cada día. Luego, dependiendo de si jugamos o no en casa, pues se suele viajar el sábado al mediodía y regresamos a casa los domingos por la mañana. Son muchas las cosas que se sacrifican por este deporte, pero es lo que siempre les ha gustado y no les importa.

¿Resta ímpetu o ganas el saber que, si se consiguiera el ascenso, probablemente no se podría subir?

Ha habido cinco jugadoras este año que se han quedado en el equipo porque esto es lo que realmente les gusta, disfrutan más allá de jugar en una u otra categoría, de todas formas, no estamos hablando de que el Cide no pudiera jugar en Superliga por 50.000 o 60.000 euros, necesitábamos solo 15.000 y nadie apostó por nosotras, en cambio los chicos sí que tuvieron su apoyo. Basta ya de gente que se llene la boca diciendo que el deporte es muy importante para la mujer y luego, cuando llega el momento de la verdad, ahí no hay nadie. Está claro que las instituciones públicas no pueden ser el único patrocinador del deporte, ya sea masculino o femenino, pero sí creo que deberían convertirse en un enlace entre los equipos y las empresas.

Siguen jugando en el pabellón del CIDE ¿Se sienten bien ahí?

Si hay que hablar del público y la gente que viene a vernos, la verdad es que no podemos quejarnos, pero en cuanto a instalaciones, se podría decir que siempre hay cosas que mejorar. El suelo merece un capítulo aparte, pero demasiado hacen ya con dejarnos esas instalaciones.

Compartir el artículo

stats