El Palma Futsal se dejó arrancar dos puntos en el que debía ser el debut soñado de Antonio Vadillo.

El estreno como entrenador del excapitán del conjunto mallorquín, en Son Moix y en la jornada inaugural fue casi todo lo contrario. Sobre todo tras la ventaja local por 3-0. Dos penaltis castigaron a los palmesanos, que pudieron hacerse con el triunfo en el último minuto. Pero no era el día.

No hubo un dominador claro en el partido hasta el ecuador de la primera mitad. Si bien el Jaén Paraíso Interior arrancó merodeando la meta defendida por Barrón, el Palma fue cogiendo poco a poco el timón. Una doble ocasión de los verde pistacho, que no lograron convertir ni Maico ni Joselito, vaticinaban buenas sensaciones en los locales.

Pasaban los minutos y se acercaba con más impetu el Palma, que a cinco minutos para el descanso obtenía su premio. Maico recibía de espaldas a portería y a la media vuelta batíar a Dídac con un disparo cruzado (1-0). El técnico del Jaén, Daniel Rodríguez, reaccionó de inmediato con un tiempo muerto que no surtió efecto. El cuadro de Vadillo seguía mejor, aunque los andaluces lo probaban a la contra y hacían intervenir a Barrón. El Palma sumó oportunidades en los últimos minutos, pero el partido se marchaba 1-0 al descanso.

El intermedio le sentó bien al Palma, que metió una marcha más al partido y afinó su puntería. Tomaz clavaba en la escuadra el balón para firmar el 2-0 y sólo un minuto después David Pazos culminaba un contrataque (3-0).

Olía a victoria clara, pero los de Vadillo cometieron cinco faltas muy pronto. La última de ellas, además, fue un penalti que no desparovechó el exjugador palmesano Carlitos (3-1). El Jaén se vino arriba, aunque el Palma reaccionó e incluso supo llegar a la portería de Dídac.

Eloy Rojas pudo devolver la tranquilidad a los casi 2.500 aficionados presentes en Son Moix, pero su disparo salió desviado. El duelo se convirtió en un ir y venir del que salió beneficiado el equipo visitante: primero en una contra que remató Boyis (3-2) y después con un penalti de Tomaz que Chino transformó en el 3-3.

El Jaén se creyó capaz de ganar y subió el ritmo. El Palma buscó tranquilidad, tocar el balón. En el tramo final, con Éder (lesionado al final) como portero-jugador, llegaron varias ocasiones, pero Dídac y el desacierto en el remate evitaron la victoria.