Mario Mola afronta mañana sábado la Gran Final de las Series Mundiales de triatlón en Rotterdam (Holanda) con el objetivo de revalidar el título. El mallorquín, que lidera el Campeonato con holgura, tiene en la mano repetir en lo más alto del podio. Con clasificarse entre los cinco primeros le basta y por eso es el gran favorito al triunfo final.

Mola, que ha ganado cuatro de las pruebas del calendario mundial de esta temporada -Gold Coast, Yokohama, Hamburgo y Edmonton- además de un octavo puesto en Abu Dabi y un decimocuarto en Montreal, lidera la clasificación general de las Series Mundiales con 3.701 puntos por delante del gallego Javier Gómez Noya (3.361), quíntuple campeón mundial y que es el principal aspirante a arrebatarle la corona al mallorquín.

Para ello, Gómez Noya debería hacerse con la victoria en Rotterdam y que Mola se clasificara en sexta posición o peor. Y si el gallego solo es segundo, al mallorquín le bastaría con ser séptimo. Y si es octavo, revalidaría el título si Noya 'solo' es tercero.

La situación es incluso mejor que la vivida el año pasado por el mallorquín, cuando en Cozumel (México) necesitaba estar en el podio -o clasificarse muy cerca de Jonathan Brownlee- y al final se adjudicó el Campeonato al ser quinto y entrar el británico en meta, en pleno desfallecimiento, en la segunda plaza en un final dramático y ayudado por su hermano Alistair.

Mañana la historia se repite. Aunque las probabilidades de proclamarse campeón son mayores que en 2016. De hecho, Mola tiene prácticamente asegurado el título si se clasifica entre los diez mejores... siempre que Gómez Noya, Richard Murray o Fernando Alarza no ganen la prueba. Solo un desastre, quedar fuera de ese 'top-10' o el abandono, impediría al mallorquín instalarse en el Olimpo del triatlón.

Mario Mola acumula hasta la fecha 83 participaciones en pruebas de las Series Mundiales, en las que ha firmado 35 podios y ha conseguido 18 triunfos. Victorias que le han permitido conseguir, entre 2013 y 2016, un tercer puesto, dos subcampeonatos y un título mundial.

Un palmarés envidiable para el triatleta mallorquín, quien mañana en Rotterdam irá a por todas. "Al ser la última y decisiva prueba, la prioridad ha de ser rendir al cien por cien agotando la fuerzas en carrera, como si no hubiera un mañana", explicó en declaraciones difundidas por la web de Red Bull, unos de sus principales patrocinadores.

"Tengo muchas ganas de hacer una buena competición y ojalá de poder certificar el campeonato de esa forma. Afortunadamente, llego dependiendo de mí mismo en unas circunstancias muy parecidas a las del año pasado, así que espero una carrera muy dura y soy consciente de que hasta el momento de cruzar la meta puede suceder de todo, por lo que será vital no perder la concentración", aseguró el de Calvià, que concluyó: "He competido todo el año con el objetivo de pelear por la victoria en cada prueba, con la intención de ponerme en el lugar que me permitiera luchar por el escalón más alto del podio. Creo que esa tiene que seguir siendo mi actitud si quiero ser merecedor del título este año".