El campeón olímpico Marcus Cooper Walz explicó ayer que al acabar la final ganar la medalla de plata "parecía" un sabor "agridulce, pero ser subcampeones es una pasada". "Estoy contentísimo, poco más que añadir a mis compañeros. Estamos muy contentos, al principio parecía que teníamos un sabor agridulce porque queríamos luchar por ganar, eso está claro; pero es una pasada lo que hemos hecho, un regatón", aseguró el palista del CN Portopetro.

"Subcampeones del mundo es una pasada, a ver si la temporada que viene estamos todavía más encima y al final el objetivo es más grande, que es Tokio", añadió en referencia a los próximos Juegos Olímpicos.

"Hay que seguir trabajando, nos vamos muy contentos todos", subrayó el mallorquín, oro olímpico en K1 1.000 metros en Río de Janeiro y que en este Campeonato de la República Checa ha ampliado su palmarés con dos medallas mundiales: oro en K2 500 metros y plata en K4 500 metros.