La UE Petra rindió ayer un sentido homenaje a Pere Vicens, entrenador del conjunto petrer durante las últimas temporadas y que consiguió el hito histórico de ascender a su equipo por primera vez a la Tercera División Balear, en sus 90 años de historia.

Poco antes del encuentro que disputaron el Petra y el San Rafael, los jugadores de ambos conjuntos y el trío arbitral se dirigieron a una zona del campo de Na Capitana en la que se había colocado una pancarta con una fotografía de Pere Vicens, en la que se podía leer "Gràcies Pere".

El capitán local, Antoni Monroig, depositó un ramo de flores junto a dicha pancarta y acto seguido, durante el minuto de silencio, los Xeremiers de Petra, del que era miembro Pere Vicens, interpretaron una pieza en su honor. Finalizado el sentido momento, el presidente petrer, Josep Riera Sastre, visiblemente emocionado, hizo entrega de una fotografía de la plantilla con Pere Vicens a su viuda Antònia Rosselló Riera, que estuvo acompañada por sus hijos Laura y Francesc. Entre el público asistente también se encontraban familiares y amigos del finado, entre ellos su madre Francisca, que emocionada tampoco quiso perderse el homenaje en recuerdo de su hijo, cuyo nombre figura con letras de oro en la historia del Petra.

El equipo no pudo dedicarle a Pere Vicens la victoria en su estreno liguero, aunque si sigue ofreciendo lo mismo que ayer, los primeros tres puntos no tardarán en llegar.

Antònia Rosselló recibe una fotografía del equipo con Vicens. s. tortella

Pere Vicens falleció a finales de julio después de una dura lucha de dos años contra un cáncer. El entrenador, que ha dejado una huella imborrable en el club, explicaba sin tapujos cómo vivía su enfermedad y cómo la afrontaba junto a su familia y sus futbolistas. El técnico, a pesar de todo, nunca dejó de trabajar por el Petra, un club y un pueblo que ayer volvió a demostrar el aprecio y el afecto que le tiene.