Se nota que Rudy Fernández va a vivir un verano diferente y todavía se nota más que lo necesitaba. El mallorquín argumentó ayer en Pollença las razones por las que renuncia, por primera vez en más de una década, a defender la camiseta de la selección española, por lo que será baja en el Eurobasket de Finlandia, Rumanía, Israel y Turquía que empieza el 31 de agosto. "Sergio Scariolo y yo nos tenemos mucho aprecio, siempre me ha dado mucha confianza y le he tenido que convencer de que necesitaba un verano para mí", comentó ayer durante la presentación de la undécima edición del 'RF5 Camp'.

"Son trece años, con operaciones de por medio, y los años van pasando. Ya no soy el chico de 18 años que debutó con la selección, ya tengo 32 y tengo que pensar en mi futuro. El baloncesto", comentó el jugador del Real Madrid. "Fue una decisión difícil, pero necesaria para mi físico. Tengo que descansar, trabajar y, sobre todo, estar con mi familia y mi hijo. Muchos jugadores han descansado algún verano. Parar me ayudará en el presente y en el futuro", explicó.

El alero confesó que la temporada que ha finalizado ha sido muy exigente en todos los niveles: "Este año no he tenido dolor, he estado bien físicamente, pero el cansancio de una temporada tan larga, después afrontar los Juegos Olímpicos y enlazarlo con la Liga regular de esta ha sido difícil. Es un tema físico y mental porque la cabeza tiene mucho que ver en el mundo del deporte. Por eso he tenido que pensar en mi físico, en mí y en el Real Madrid

Su renuncia abre las puertas del combinado nacional, del que augura que luchará por las medallas, al inquer Joan Sastre, que ha brillado este curso conquistando la Liga Endesa/ACB con el Valencia Basket. "El jueves estuve cenando con él y le vi muy ilusionado con el hecho de poder ir a la selección. Le veo con muchas posibilidades, es una posición que queda libre y Sastre puede entrar", aseguró esperanzado.

Rudy resopló cuando fue preguntado por el balance del curso, tanto a nivel personal como colectivo. "Para mí ha sido difícil. Mi rol ha cambiado y me he tenido que acoplar. La temporada ha sido muy larga y eso se nota físicamente. Con el equipo nos ha faltado una batería más porque fuimos primeros de la liga regular en la Euroliga y en la ACB, pero no las hemos ganado. No ha sido de las mejores temporadas, pero hemos conseguido la Copa del Rey", reflexionó.

La mente del internacional ahora está en Pollença con sus numerosos alumnos, que no le apartaban la mirada mientras atendía a los periodistas. Se prepara para vivir una intensa semana en la undécima edición del Campus que lleva su nombre y que se celebra en el Polideportivo Municipal de Pollença. "Estoy muy contento de volver a la isla y de estar con los niños y vivir una semana de baloncesto para pasarlo bien. Son 220 niños, es el récord de todas las ediciones ya que la inscripción se cerró en solo tres semanas. No nos lo imaginábamos, cada vez está más consolidado y eso es gracias a que los padres confían en el trabajo de Marta Fernández -su hermana- y los monitores. Todos nos intentamos superar", apuntó satisfecho. El Campus ha adquirido tanto prestigio que muchos de los inscritos son de fuera de la isla, incluso extranjeros. "Recuerdo uno de Bosnia y muchos niños repiten", apuntó orgulloso Rudy.

El palmesano, formado en el Colegio Sant Josep Obrer, se felicitó por el éxito de la binissalemera Alba Torrens, que lideró el triunfo de España en el Eurobasket. "La conocemos bien, es amiga de la familia y no me sorprende todo lo que consigue. Es una de las mejores y tiene que disfrutar. Es un referente en el baloncesto mundial", destacó. Y tampoco se olvidó del Palma Air Europa, que seguirá en la LEB Oro. "Llegaron a play-off, y estuvieron a punto de meterse en las semifinales", recordó admirado antes de lamentar el descenso a Segunda B del Mallorca de fútbol. "Hemos sufrido mucho este año, pero ahora es cuando más se necesita el apoyo de todos", concluyó.