Borja Martínez, presentado ayer como nuevo jugador del Atlético Baleares, está llamado a ser el timón, la 'materia gris' del equipo en la zona medular. Un tipo de jugador del que se echó en falta la pasada campaña y que viene a cubrir una de las taras más notables que presentaba el juego blanquiazul a la hora de echar el balón al suelo. Si cumple con las expectativas creadas, está llamado a ser uno de los jugadores referencia de este Atlético Baleares 2017-18. De momento, entre la selección sub 16 y sub 19 ha sido internacional con la casaca nacional en diez ocasiones.

Recomendado por el nuevo técnico, Armando De la Morena, que ya lo tuvo en el juvenil del Atlético de Madrid, 'Borjita' -que a sus 22 años ya acumula 92 partidos en la categoría de bronce- sabe que aterriza en Mallorca para formar parte de un proyecto "muy ambicioso, con muchas ganas de crecer . Cuando supe de la oferta, no lo dudé y quiero intentar subir al equipo también", afirmando que "es un proyecto interesante, de un club que está creciendo continuamente y que a corto plazo lo veremos en Segunda División".

"Voy de la mano del equipo"

Su llegada al Baleares supone para él todo un reto personal. "Mis objetivos van de la mano del equipo, hacer un buen año, como la temporada pasada que se quedaron a las puertas del ascenso, y este año más o menos lo mismo, repetir el camino con el objetivo final de subir al equipo". Su principal valedor es el nuevo técnico blanquiazul, Armando De la Morena. "Él ha tenido que ver en que yo venga aquí, él me conoce y yo le conozco, y eso ha influido. Aparte de que hay un proyecto muy bueno y muy bonito, que el entrenador te conozca también tiene que ver".

Del que ya es su nuevo equipo, lo sabe prácticamente todo. "He tenido la suerte o la desgracia de jugar contra este equipo, ya les conozco a la mayoría. Es un equipo muy completo con buenos jugadores, incluso de categoría superior. Y tanto los fichajes como los que están dan un gran nivel al equipo. Tocará luchar, porque hay mucha competencia, y eso va a favorecer tanto a nosotros, los jugadores, como al club".

Futbolísticamente, se define así: "En el centro del campo he jugado en todas las posiciones, tanto de 6 como de 8. En las dos me encuentro cómodo, me gusta tener buen trato con el balón, pero llevo cuatro años en Segunda B y sé lo que hay, al ser una categoría muy dura", concluyó.