Con la tranquilidad que le proporciona haber levantado por décima vez Roland Garros, su gran objetivo de la temporada, Rafel Nadal afronta desde hoy el torneo de Wimbledon sin presión y con la posibilidad de encaramarse al número uno si supera una ronda más que el escocés Andy Murray en la segunda semana.

No va a ser una tarea fácil para Nadal, ganador dos veces en All England Tennis Club y tres veces más finalista, porque en los dos últimos años ha disputado únicamente dos partidos sobre hierba, su debut victorioso en la edición de 2015 ante el brasileño Thomaz Bellucci, y el duelo de segunda ronda, que perdió, ante el alemán de origen jamaicano Dustin Brown. Al año siguiente renunció por problemas en la muñeca. Su primer contacto con la hierba fue el pasado 19 de junio, cuando entrenó por primera vez en Santa Ponça, sede del Mallorca Open, y en este curso ha participado en la exhibición de Hurlingham en la que ha perdido un partido, contra el checo Tomas Berdych, y ganado otro, ante el alemán Tommy Haas.

Nadal es consciente de que no juega en una superficie idónea para sus rodillas, que sufren como en ninguna otra al verse obligado a flexionarse más de lo deseado. Pese a todo, el campeón de quince grandes no se cansa de recordar que en la hierba de Wimbledon a disputado cinco finales, con dos títulos, en 2008 y 2010. Esos dos años también conquistó Roland Garros, por lo que en caso de levantar el trofeo en el tercer grande del curso igualaría con el sueco Bjorn Borg como el único jugador capaz de hacer el doblete mágico París-Londres tres veces. Borg lo consiguió en 1978-79-80. El australiano Rod Laver (1969) y Federer (2009) también lo lograron desde que comenzó la Era Open.

Minutos después de conquistar Roland Garros, le preguntaron a Nadal en la multitudinaria rueda de prensa de su décimo título en París, qué perspectivas tenía de cara al torneo de Wimbledon. "Está claro que en hierba sufro", dijo, "pero también es verdad que he disputado cinco finales allí. Creo que si supero las dos primeras rondas tendré opciones de llegar lejos", fue su respuesta.

Nos encontramos ante el mejor Nadal de los tres últimos años. No solo porque vuelve a jugar de maravilla, "un tenis mejorado", en palabras de su tío y entrenador Toni Nadal, sino porque se encuentro pletórico físicamente. Juega sin lesiones, que tanto le han lastrado en su carrera. Sus 43 victorias por solo seis derrotas en este 2017 es un aval, pero puede resultar anecdótico cuando se trata del cambio de superficie a hierba, en donde todo puede pasar.

Como cuarto cabeza de serie, su camino no va a resultar fácil. Debuta hoy ante el desconocido australiano Milman, en segunda ronda le espera el norteamericano Young o el uzbeco Istomin, en tercera el ruso Khachanov, en octavos el luxemburgués Gilles Muller, en cuartos el croata Cilic y en semifinales Murray.