La temporada 2017-18 ya está en marcha. El curso deportivo se inició ayer, primer día de julio, con el Mallorca y el Atlético Baleares pendientes de cerrar un buen número de incorporaciones que completen dos plantillas que, hoy por hoy, están a medio hacer. Ambos clubes tienen previsto comenzar mañana lunes el verdadero 'tour de force' de la pretemporada: cerrar negociaciones y presentar a sus refuerzos.

En su regreso a Segunda B, el Mallorca ha hecho borrón y cuenta nueva. Maheta Molango ha decidido despedir o no renovar a la gran parte del plantel que llevó al equipo al descenso y ha puesto el futuro deportivo del club en las manos de Vicente Moreno. El técnico dirige, junto al director deportivo Javier Recio, el trabajo de búsqueda de refuerzos.

Con su aprobación, la de Molango, ya han llegado cinco jugadores. La mayoría de perfil defensivo: Bonilla, Fran Grima, Núñez, Xisco Campos y Jony Ñíguez. A ellos se les unirán en la pretemporada ocho futbolistas de un filial que esta pasada campaña salvó la categoría en el campo, pero que por culpa del descenso del primer equipo jugará en la Tercera balear. Miquel Parera, Joan Sastre, Mohammed Baba, Álex Serrano, James Davis, Ángel Sánchez, Fernando Cano y Cedric Omoigui han sido designados para entrenar con el primer equipo, aunque su situación es eventual: en Segunda División B solo se exigen seis menores de 23 años (el máximo son 22 jugadores en plantilla y no puede haber más de 16 mayores de esa edad).

Además, el club rojillo aún está pendiente de quiénes van a ser los jugadores que se quedan en la plantilla de los pocos que tienen contrato en vigor. Óscar Díaz no cuenta para nada y su rescisión está prácticamente sellada. Raíllo y Santamaría tendrán facilidades para salir si es bueno para todas las partes, mientras que el club cuenta con Lago Junior, Brandon y Damià. La intención es que el costamarfileño sea una de las referencias del equipo, junto a un delantero y un centrocampista, pero sus representantes le están buscando una salida en un Segunda en España o incluso en el extranjero.

El caso de los dos mallorquines es distinto y más curioso. Brandon tiene contrato, pero en el Mallorca esperan una oferta de traspaso o de cesión; los técnicos del club consideran que sería lo mejor para el futbolista. Y en el caso de Damià, el jugador no quiere quedarse porque considera que puede encontrar un equipo en Segunda División, mientras que en el club le ven como un hombre que podría ser importante (y porque ocupa ficha de sub-23).

Con menos futbolistas cuentan en el Atlético Baleares, pero por ahora tienen las ideas más claras. Tras confiar su destino deportivo al técnico Armando de la Morena, desde el club se trabaja con firmeza de cara a la construcción de un nuevo equipo que ilusione tanto por nombres como por rendimiento. Como ya reconoció el pasado viernes Patrick Messow, director deportivo blanquiazul, llegarán como mínimo "nueve futbolistas" antes de que se inicie la pretemporada.

José Ruiz ha sido el primero en llegar y el espigado Sergio Jiménez (Albacete, 1987), central que jugó la pasada temporada en el Melilla será el siguiente en aterrizar en Son Malferit.

Pese a que parecen muchos jugadores, la idea del club es apostar por la continuidad. De hecho, uno de los ´fichajes´ que se pretenden es la renovación del alemán Malik Fathi.Y el núcleo duro del equipo, el armazón, se mantiene. Es más, las bajas se han producido por cuestiones de índole económica -se ha reducido el presupuesto-, lo que ha supuesto el adiós del goleador Rubén Jurado, o para rejuvenecer la plantilla, lo que ha provocado la salida de futbolistas tan queridos por la afición como vich o el capitán Esteban.