Por momentos, las gradas de la Phillip Chatrier acapararon tanta atención como los dos protagonistas de la final. En los descansos muchos eran los que, prismáticos en mano, intentaban discernir a tal o cual personaje, ya sea en el palco o en los asientos inmediatamente superiores a los que se ubican los familiares y el equipo de Nadal.

Y, como es habitual en los últimos años, se pudo ver al jugador de San Antonio Spurs Pau Gasol, buen amigo del tenista y que no quiso perderse ver levantar a Rafel su décimo título en París, una vez ha finalizado su decimoquinta temporada en la NBA. Tampoco se lo quiso perder Fernando Llorente, ex jugador del Athletic y Juventus y ahora en el Swansea, que ha sido un asiduo estos días en Roland Garros, donde, como gran aficionado al tenis, no se ha perdido no solo los partidos de Nadal, sino que también se le ha visto en los entrenamientos como un espectador más.

En el palco, en primera fila, la actriz australiana Nicole Kidman, la ex de Tom Cruise, tocada con un sombrero para protegerse del sol, fue testigo de excepción del décimo título de Nadal en París. También estaba el incombustible Manolo Santana -primer español en ganar en Roland Garros, en 1961 y 1964-, que a sus 78 años no se pierde una en compañía de su mujer, treinta años más joven. Y en el otro lado del palco, también en primera fila, se ubicaron el rey emérito Juan Carlos, un entusiasta del tenista, junto a la presidenta del Govern Francina Armengol, con un vestido naranja y que vivió su primer título como máxima responsable del Ejecutivo, y el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Bernard Giudicelli.

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El Rey Don Juan Carlos y otras caras conocidas en la final de Roland Garros

El palco familiar y del equipo estaba abarratado. Junto a la escalerilla, el asiento asignado a Toni Nadal, con sus gafas de sol y su gorra de Iberostar, al que apenas se le pudo escuchar el ya famoso "vamos Rafel" porque fue una final muy plácida; a su lado, Carlos Moyá, impertérrito y comentando la jugada con el tío del tenista. El tercer asiento, para Francis Roig, y a su lado el resto del equipo, con el agente Carlos Costa, el fisio Rafel Maymó, el responsable de comunicación Benito Pérez-Barbadillo, el médico Ángel Ruiz Cotorro; el hombre de Nike Jordi Roberts, Tuts; el padre de Rafel, Sebastià; y los tíos Rafel y Miquel Ángel. Detrás, como siempre, las mujeres de la familia: la orgullosa madre Aina Maria, la hermana Maria Isabel, y la novia del héroe Xisca Perelló junto a los primos del tenista, que también fueron testigos de excepción del décimo título de Rafel. Una jornada que finalizó con Toni Nadal sobre la tarima junto a su sobrino con el trofeo de campeón.